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Por segundo día consecutivo, Venezuela dominó las acciones del nado sincronizado en la alberca olímpica del complejo de piscinas Baraguá, al este de la capital.
Según datos del colaborador Rubén Matos, las muchachas de la nación bolivariana se impusieron como equipo en la rutina técnica, con 85.500 puntos. Muy cerca quedó el plantel de Occidentales (85.333) y Centrales capturó la medalla de bronce (83.000).
En el clavado, Víctor Toranzo, de Orientales, se recuperó de su incierto comienzo y retuvo su corona en el trampolín de un metro. El santiaguero había culminado octavo en las eliminatorias con 324.15 puntos, pero dominó ampliamente la final y totalizó 419.90.
La plata fue para el matancero Jorge Betancourt (377.90), mientras el capitalino Abel Ramírez (hijo) obtuvo el bronce con 368.05. Este último debe asistir a los I Juegos Olímpicos de la Juventud, que se celebrarán el próximo mes de agosto en Singapur.
Una final muy singular
Una final muy singular aconteció en la plataforma para damas. De las cuatro muchachas inscritas para el concurso final, solo tres disputaron las medallas tras la lesión de Yaima Mena, quien terminó con un brazo en cabestrillo tras un resbalón.
Así, la camagüeyana Saily Martínez obtuvo la corona para Centrales con 308.55 puntos. Luego se ubicó Annia Rivera (279.40), de Orientales, y el tercer puesto correspondió a la venezolana María Betancourt (205.25).
Las muchachas se entregaron en cuerpo y alma, pero una final con tres contendientes no es nada vistosa. Pensemos en ello para futuras convocatorias.
