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Katherine Videaux agarró el único boleto entre las damas. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 05:18 pm
Sin miramientos, me incluí entre aquellos que vaticinaron el retorno de Cuba con todos los «deberes cumplidos» del preolímpico de lucha, dirimido en Orlando, Florida.
Por el nivel de los oponentes, ese certamen, que otorgaba dos boletos en cada división de cara a los Juegos Olímpicos de Londres, se antojaba factible para que los gladiadores antillanos arrasaran sin mesura.
Cuba siempre ha patentizado su poderío en el estilo greco en competencias de nuestra área geográfica. Ello, más la casi nula asistencia de la potente escuadra estadounidense de lucha libre —a la que solo le restaba un cupo olímpico en los 60 kilogramos—, y el progreso mostrado por nuestras chicas, me incitó a «adelantarme» al disparo de salida.
Sin embargo, «arranqué en falso». Tal y como nos han acostumbrado, los grequistas aprobaron su examen con excelente nota, al negociar invictos en 15 combates, los cinco cupos que les restaban para ir con equipo completo a la cita londinense. Les recuerdo que Pedro Isaac (66 kg) y el titular olímpico Mijaín López (120 kg), ya los habían conseguido en el Campeonato Mundial de Estambul 2011.
Pero «patiné» en la libre. Sus volteos y desbalances fueron insuficientes y solo regresaron con cuatro boletos —incluida Katherine Videaux (63 kg)—, a los cuales se une el firmado por Liván López (66 kg) en la lid universal.
Más allá de las bajas inesperadas de Luis Ibáñez (55 kg) y Disney Rodríguez (120 kg), quienes abandonaron la delegación, fallaron en el intento Yunierki Blanco (74 kg) y la campeona panamericana Lissete Echevarría (72 kg) —ambos terminaron con bronce—, así como Yamilka del Valle (55 kg). Este trío pagó sendas derrotas ante rivales menos encumbrados.
Así, se estrecha el tramo hacia Londres, aunque aún restan otras dos eliminatorias: la primera en Taiyuan, China, del 27 al 29 de abril, y la segunda en Helsinki, Finlandia, del 4 al 6 de mayo. Pero allí los adversarios europeos y asiáticos serán más exigentes.
