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Otra vez el equipo cubano tuvo que sacar el extra para imponer su ley, y con el triunfo sobre Venezuela en cinco parciales (23-25, 25-20, 25-16, 29-31 y 15-6) consiguieron avanzar hasta la semifinal de la Copa Panamericana con sede en tierras mexicanas, y de paso asegurar un cupo en la venidera Liga Mundial de Voleibol.
Comenzaron los cubanos algo confiados y eso les costó tener que remar a contracorriente. Los sudamericanos se inspiraron en los certeros ataques de su capitán Kervin Pinerua —autor de 23 tantos— para tomar la iniciativa, pero los discípulos de Rodolfo Sánchez se llamaron a capítulo y pusieron cerrojo a la net para tomar la delantera. Luego vino otro bajón en la cuarta manga que extendió el duelo, definido en el tie break.
Esta vez fue el auxiliar Javier Jiménez quien tomó las riendas de la ofensiva cubana al compilar 20 puntos, de ellos tres con el bloqueo y 2 desde la línea de servicios. También contribuyeron sobremanera a la causa el opuesto Rolando Cepeda con 18 unidades y el central David Fiel, autor de 15 cartones.
En el plano colectivo, además de la abismal diferencia en el bloqueo, los cubanitos estuvieron más agresivos con el saque al marcar ocho aces, mientras que la elevada cifra de errores no forzados fue pareja para ambos lados (33-32).
Al cierre de esta edición, los equipos de Puerto Rico y México disputaban el otro enfrentamiento para definir el cuadro de la semifinal, a la que avanzaron directamente los elencos de Argentina y Estados Unidos.
