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Lo mío es remar en la canoa

El canoísta Arnold Rodríguez desea superar el quinto puesto olímpico alcanzado por su padre Arnaldo en Barcelona 1992, en la modalidad de remo doble con timonel, junto a Ismael Carbonell y Roberto Ojeda

Autor:

Javier Rodríguez Perera

El canoísta Arnold Rodríguez desea superar el quinto puesto olímpico alcanzado por su padre Arnaldo en Barcelona 1992, en la modalidad de remo doble con timonel, junto a Ismael Carbonell y Roberto Ojeda. Pero el artemiseño tiene que esperar a clasificar a la cita estival de Tokio 2020, pues su presencia en Río de Janeiro no se materializó, debido a que solo ofrecieron par de cupos para la canoa, acaparados por el C-2 de Serguey Torres y Fernando Dayán.

A pesar de culminar en el primer puesto en el C-1 a 200 metros en el Preolímpico de Atlanta el pasado año, inesperadamente no ocurrió su clasificación a la cita carioca. «A ese evento fui preparado para cualquier posibilidad, pero mi meta era obtener el cupo olímpico. Sin embargo, a todos nos sorprendió esa decisión y yo pienso que en Río hubiese estado en medallas», declaró el joven de 22 años.

Su llegada a este deporte tiene mucho que ver con la figura de su padre, quien se preocupa diariamente por sus entrenamientos y está atento a los resultados que alcanza en cada competencia. Desde los cuatro años tiene inclinación hacia la canoa y en la categoría juvenil fue campeón nacional en 200 metros y tercero en mil metros. Llegó a la selección nacional en 2012, después de los Juegos Olímpicos de Londres.

«Mi primer evento internacional fueron los Juegos Panamericanos de Toronto 2015, a los que arribé nervioso y con muy poca experiencia. Fui con la mentalidad de obtener el primer lugar, pero presenté una lesión en el hombro y el bote que tenía me quedaba muy chico, lo que incidió en que terminara en el tercer sitio. A pesar de debutar en el extranjero, desde pequeño los deseos de quedar primero siempre me han acompañado.

«En el Preolímpico de Atlanta, aunque sabía lo que había en juego, tuve más tranquilidad en el momento de competir, principalmente porque ya conocía más la prueba de 200 metros. Me propuse desde el primer momento salir adelante y lo logré, lo que me dio fuerzas para mantenerme en la punta con una ventaja favorable sobre el segundo lugar, el canadiense Benjamin Tardioli, finalista en el Campeonato Mundial de Moscú 2014», aseguró Arnold, padre de la niña de cuatro años María Eduarda.

«Estoy remando también en mil metros y tengo como prioridad ganar los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2018. Lo mío es remar en cualquier modalidad de la canoa, aprovechar las dobles sesiones diarias de entrenamiento y, sobre mi vida personal, considero que soy un muchacho bastante tranquilo y familiar», comentó una de las figuras con más perspectivas en Cuba en esta disciplina.

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