Raider Sánchez vistiendo el traje del equipo Cuba en el pasado Campeonato Panamericano sub.18 Autor: Wbsc Publicado: 05/07/2025 | 08:29 pm
Santiago de Cuba quedó a las puertas de los playoff en la actual edición del Campeonato Nacional de Béisbol sub-23. Los indómitos salieron cabizbajos de su última batalla, la que los dejó fuera de la fiesta de los cuatro grandes del torneo. Aun así, seguramente, cuando el colectivo de las Avispas ponga en una balanza su paso por la competición, el péndulo se inclinará con mayor fuerza hacia los aspectos positivos.
Y es que muchas veces hemos comentado que, si bien resulta plausible quién gane la justa, en realidad no es eso lo trascendente e importante. El logro a gran escala radica en desarrollar nuestros principales talentos, que acumulen juegos sobre sus espaldas, y puedan llegar a las series nacionales con un nivel más pulido y moldeado de lo que hoy vemos en los terrenos.
Equipos como Santiago de Cuba pueden sentirse ganadores del sub-23 cuando, al menos, alcanzan a sembrar prometedoras semillas para un futuro no muy lejano dentro del béisbol indómito y nacional.
El talento siempre hay que desarrollarlo, pulirlo como a un diamante en bruto para que luego brille en todo su esplendor sobre el terreno. Eso han hecho las Avispas con una nueva promesa de la categoría que ya muchos señalan en ribetes de gloria de cara a los próximos años.
El nombre de Raider Sánchez Trutié comenzó a llamar la atención, incluso, desde antes que iniciara el torneo nacional de la categoría.
Este pelotero, de apenas 18 años, hizo su debut con el equipo grande de las Avispas en plena postemporada durante la reciente versión de la Liga Élite, justo cuando Avispas y Leñadores se batían sin piedad en una de las disputadísimas semifinales de la justa.
En el máximo nivel del béisbol cubano Raider mostró madera de grande y mucha soltura en el cajón de bateo. Hasta cierto punto se ganó los reflectores del protagonismo, pues un pelotero juvenil debutante como él, ligó de 9-5 al picheo tunero y anotó par de carreras. Sin embargo, el impulso indetenible no paró ahí.
Su eclosión prometedora ha sido en este Campeonato sub-23, donde dejó números de ensueño en la etapa clasificatoria. En apenas 18 partidos, compiló para un promedio ofensivo de 392, conectó siete cuadrangulares (líder), empujó 22 carreras, y su OPS descansó en 1340. Sencillamente, fenomenal.
Raider, al parecer, nació destinado al béisbol. La promesa que ha integrado equipos nacionales juveniles como el que asistió al Campeonato Panamericano de la categoría el pasado año en Panamá, también ha descosido la pelota, fronteras hacia afuera. Allí formó parte de equipo ideal, el «todos estrella» de la justa, actuando como bateador designado.
Próximo a sus 19 años, este santiaguero posee todas las herramientas para triunfar en la pelota antillana y, quien sabe, si también en algún circuito profesional. Talentos como él, aun cuando no vivimos los tiempos de mayor esplendor, siguen naciendo para beneplácito de todos en nuestra pelota.