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A propósito del Cuba-Puerto Rico, Miguelito Calderón recuerda el título del Centrobásket 1999

En el pabellón Domo de la Feria, en la ciudad mexicana de León, los anfitriones mexicanos vivieron la impotencia de estar debajo en el marcador cuando inició el tercer cuarto y perdían 36-32, pero esa ventaja favorable para los cubanos desapareció progresivamente hasta derivar en el fracaso por 66-72

Autor:

Javier Rodríguez Perera

Más de una vez he reflejado en el papel o en cualquier plaza que me he parado a hablar de deporte, que siento más dolorosa una derrota por escaso margen que un revés por diferencia exagerada. Cuando se pierde por dos, tres, o hasta por seis puntos como le ocurrió al combinado masculino cubano de baloncesto ayer ante México, al final queda el sueño deslizadizo de que se pudo derribar a un equipo que inició el encuentro con el letrero de favorito, pero que al final se incorporó al carril de la victoria.

En el pabellón Domo de la Feria, en la ciudad mexicana de León, los anfitriones vivieron la impotencia de estar debajo en el marcador cuando inició el tercer cuarto y perdían 36-32.  Pero esa ventaja favorable para los cubanos desapareció progresivamente hasta derivar en el fracaso por 66-72, marcador en el que tuvo muchísima incidencia las numerosas pérdidas de balones de las huestes de Yoanni Zaldívar —nueve más que los mexicanos—, factor que les costó el juego a los cubanos sin temor a equivocaciones.

Por lo demás, casi todos los órdenes de juego fueron parejos y resaltar que los nuestros, quienes no contaron con el avileño Dayner Martínez y el villaclareño Neslier Abreu, imposibilitados de viajar por dificultades con los papeles, concluyeron con mejores porcentajes en tiros de dos puntos y desde la línea de suspiros, algo que evidentemente constituye una noticia muy alentadora para el equipo y sus parciales de cara al compromiso más inminente ante Puerto Rico, el domingo en la habanera Ciudad Deportiva.

Tanto antillanos como boricuas se enfrentarán con una derrota en sus respectivos expedientes, pues los segundos cedieron frente al favorito conjunto de Estados Unidos por 78-85. Ese choque tiene un bonito matiz histórico, debido a que se volverán a medir ambas selecciones en La Habana 18 años después que los de casa derrotaron a sus rivales 67-63 y lograron su tercer título consecutivo en el Torneo Centrobásket y el último, por cierto.

Miguelito Calderón, director de la escuadra campeona de aquel entonces, declaró a JR que aquel triunfo, a pesar de haber ocurrido hace casi 20 años, fue su mejor resultado como entrenador, pues gracias a un análisis exhaustivo lograron llevarse el oro ante los puertorriqueños, que vinieron con casi todas sus principales figuras, incluyendo al célebre José “Piculín” Ortiz, quien tuvo una efímera carrera en la NBA.

«Tuve muy buenos desempeños con mis muchachos de Capitalinos en la LSB, pero esa corona de 1999 no la cambio por nada, la Ciudad Deportiva estaba repleta de aficionados. Para lograr el triunfo nos apoyamos, sobre todo, en hacer un riguroso estudio de las debilidades de los boricuas y todos los contrarios, además de tener un plan de entrenamiento con parámetros de juego elaborados con el fin de la victoria», declaró Calderón.

 

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