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LAS TUNAS.— Aquí nadie durmió anoche. Todavía el jonrón de Danel Castro está sonando en las calles como si fuera la mejor orquesta de Cuba. Le sacó música a un swing para ponerle más excitación a este play off, que se decidirá en la tarde de hoy. Hay fiesta preparada en esta ciudad y también en Bayamo.
En series de siete juegos, nunca un equipo ha sido campeón ganando todos los partidos como home club. Nos cuenta el estadístico Benigno Daquinta que en la semifinal occidental del campeonato 45, Industriales le ganó el pareo a Sancti Spíritus por 4-3 y todos los triunfos fueron como visitadores.
Las Tunas ya logró esta temporada su primer podio, ahora busca que sea en el escalón más alto, y para ello debe barrer como anfitrión. Sería también su segunda remontada seguida. Son muchas cosas a la vez, pero han demostrado que sí pueden.
Pablo Civil dijo anoche que para él el que ganara el sexto juego era el campeón. Si se hubiera impuesto Granma todo hubiese concluido, pero no fue así, y le tocó a Los Leñadores conquistar un éxito que por la forma en que se logró, bien vale el oro.
A su favor, el equipo de Civil tiene un estado anímico por encima de las nubes y su pitcheo, que ha respetado las funciones de cada uno, está más descansado; listo para el asalto final a un lugar ignoto para ellos.
Pero tendrán que contener los galopes emocionales cuando están en circulación, pues ayer no fueron finos en el corrido entre bases y esos desenfrenos casi les cuestan un out en el noveno que hubiese matado el inning antes del descomunal toletazo de Danel Castro.
Antes, cuando Andrés Quiala llegó safe en el tercer inning a la esquina caliente a más de uno se le enfriaron los nervios en las gradas por lo temeraria de la jugada. Viñales sería sorprendido después en otra carrera insensata que frenó un posible ralling.
El abridor dominical de los tuneros es Yariel Rodríguez, un joven de recursos, que tiene velocidad en la recta, aunque lamentablemente no lo combina con el cambio, pero lanza además curva y slider, y descuella por su arrojo en el box para enfrentar situaciones complejas del juego.
De acuerdo con el momento, Pablo Civil puede escoger para relevarlo al zurdo Yudiel Rodríguez, o a los diestros Yousimar Cousin, Diego Granado, Alejandro Meneces y hasta al matador José Ángel García, autor de un espléndido cierre anoche.
Pero Carlos Martí, el mentor de los Alazanes, sabe que no todo está perdido. Su batería es muy fuerte, y si Alfredo Despaigne traba una pelota con un swing, más que un vuelacercas, podría poner a volar los ánimos.
Si no es él, puede ser Guillermo Avilés, o Raúl González, o Carlos Benítez el que rompa el hielo al ataque, porque quien sí saldrá a jugar con todas sus herramientas es Roel Santos, el muchacho que desequilibra a los pitchers cuando está embasado y es el ladrón de bases más aplaudido de esta postemporada.
Por cuestiones de reglamento, Lázaro Blanco está inhabilitado para subirse al montículo hoy, y es una lástima pues el que más pierde es el espectáculo con una regla que se mantiene en postemporada y ni en las Grandes Ligas existe para momentos como estos.
No obstante, Alain Sánchez tiene suficiente experiencia en partidos definitorios, y en estos play off ha asumido el protagonismo del staff granmense con tres éxitos. En el bull pen estarán listos César García, Yanier González, Yosver Zulueta y el propio Raidel Martínez, utilizado en los últimos cinco juegos.
En un juego se decide el campeón de Cuba, el equipo que nos representará a partir de la semana que viene en la Serie del Caribe. Esta noche se sabrá dónde la fiesta será más grande, si en Las Tunas o en Granma.
