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Atletas vuelven al ruedo

Con la vista puesta en los mítines de inicios de temporada y en los Juegos Olímpicos de Tokio, las principales figuras del atletismo cubano arrecian desde hace semanas su preparación en la localidad portuguesa de Montegordo

Autor:

Eduardo Grenier Rodríguez

Para el atletismo cubano la presunta tregua en cuanto actividad ha sido, más bien, un reposo camuflado. Y no puede llamarse impasse precisamente a su escaso accionar competitivo porque desde hace semanas las principales figuras arrecian su preparación en la localidad portuguesa de Montegordo, con la vista puesta en los mítines de inicios de temporada y, fundamentalmente, los Juegos Olímpicos de Tokio.

No obstante, este período de entrenamientos verá sus primeros frutos desde hoy, cuando Luis Enrique Zayas, el campeón panamericano de salto de altura, sea el primero en debutar en la gira invernal en pista cubierta europea de los criollos.

El santiaguero intentará acercarse a sus mejores registros en el Udin Jump Development de localidad italiana de Udine. Allí, presto a iniciar una campaña que le consagre en la élite olímpica —y soñar con una medalla bajo los cinco aros, por qué no—, tendrá enfrente a rivales de peso, como el anfitrión Stefano Sottile, el ucraniano Andriy Protchenko o el puertorriqueño Luis Castro.

Zayas, quien cuenta con una marca personal de 2,33 metros, que visto lo visto en competencias importantes puede superar de un momento a otro, estará acompañado en Italia por su entrenador Juan Francisco Centelles, pero contará además con la prestigiosa compañía del gran Javier Sotomayor, invitado especial al evento.

Sin embargo, esto no será todo en la semana que transcurre para los cubanos. El viernes 29 en Karlsruhe, Alemania, competirán los saltadores de longitud Juan Miguel Echevarría y Maikel Massó, así como la triplista Liadagmis Povea, como parte del World Tour.

Cae el récord en bala

Aunque no tiene que ver con ninguna figura del patio, el atletimo dejó hace unos días otra noticia rimbombante: el estadounidense Ryan Crouser destrozó el récord mundial en pista cubierta del lanzamiento de la bala, al estampar un nuevo registro de 22,82 metros.

Al aire libre, el norteño conserva el tercer mejor envío de todos los tiempos con 22,91. No obstante, puede presumir de ser el hombre que más veces ha rebasado la barrera de los 22 metros. En Tokio, sus rivales deberán pensar en el segundo puesto: el oro de Crouser es casi una garantía.

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