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Cocodrilos muerden dos veces en casa y toman ventaja (+videos)

Con victoria de 4-2, los Cocodrilos se pusieron delante en la serie final y solo necesitan de un triunfo para ser campeones

Autor:

Norland Rosendo

MATANZAS.- Cuando los dioses del béisbol te eligen para ser el protagonista de un juego, puede suceder de todo, incluso, que te quieran negar la oportunidad, que esta, caprichosamente, se da. Así sucedió en el quinto partido de la final de la Serie Nacional, ganado por los Cocodrilos en un tercio conclusivo de muchos rejuegos tácticos.

A sus 23 años y con tres temporadas, Ronney Muñiz nunca había pegado un jonrón. Desde temprano este viernes les dijo a sus compañeros que iba a ser su día.

En el séptimo, le llegó su hora, lo enviaron de emergente por Yariel Duque; Granma respondió cambiando al zurdo Leandro Martínez, de excelente trabajo (6.1INN, 2CL, 2H, 4K y 3BB), por el derecho Kelbis Rodríguez, y el mentor Armando Ferrer quiso echar para atrás el cambio de bateador, pero ya no podía.

Muñiz se paró en home con una idea y por un picheo, el primero, que estaba convencido vendría por la zona de strike. Un swing. Y se hizo el jonrón, su primero de por vida y el quinto de un emergente en la historia de las finales.

El marcador se volteó, las gradas temblaron y la afición festejó con locura, como si ya hubiesen ganado el campeonato. Quizá ese palo de vuelta entera tenga ese valor, pero lo sabremos dentro de unos días, en Bayamo.

Fue un juego de pocas carreras, de esos que llaman chiquitos, marcado por decisiones tácticas que pesaron tanto, o más, que las propias jugadas dentro de las dos rayas de cal.

A Ferrer le funcionaron mejor los cambios, cuando Granma tomó ventaja en el tercer inning por base por bolas a Yosbany Millán, doblete de Osvaldo Abreu, boleto intencional a Guillermo Avilés y tubey de Iván Prieto, remplazó al abridor Renner Rivero por el zurdo Naykel Cruz, quien caminó hasta el octavo tramo.

Y apenas Naykel se complicó con dos hombres en bases sin out, volvió a darle la bola a Noervys Entenza para que sacara los últimos seis outs. Sucedió entonces una de las jugadas del bando contrario que muchos no entendieron.

Carlos Martí optó por sacrificar a Prieto, uno de sus mejores remolcadores en la postemporada, y con ese tercio de inning entregado, Entenza se creció sobre la lomita. Ponchó a Alexquémer Sánchez y obligó a Pablo Almeida a una mansa conexión por las paradas cortas.

Antes, cuando el palazo de Muñiz, algunos tampoco entendieron que tumbara a Leandro con menos de 80 picheos y solo dos jits permitidos. Pero ese cambio tenía más argumentos, ya los bateadores habían visto dos veces al zurdo.

Sobre el cambio de lanzador, Carlos dijo que ya Leandro había tirado lo que habitualmente trabaja, aunque este viernes la tarde puso nubes sobre el Victoria de Girón, y el calor era menos fuerte que en las jornadas anteriores.

Y si las decisiones de la banca matancera tuvieron más éxito, el robo de home de Yadil Mujica en el cuarto inning con las bases llenas y dos outs tuvo ribetes de jugada impredecible. La defensa se durmió y Mujica, uno de los peloteros más profesionales del campeonato, entró como Pedro por su casa con la primera anotación de los Cocodrilos.

De uno y otro lado hubo muy buenos fildeos en los jardines, pero hay uno, de William Luis en el tercer tramo con los senderos congestionados, que, de haber picado, la historia hubiese sido otra, pero se tiró con todo hacia delante y atrapó la bola.

La victoria puso a los Cocodrilos a un triunfo de recuperar la corona que el año pasado perdieron ante los propios granmenses. El lunes se reanuda el torneo en Bayamo, donde los Alazanes llevaban 13 victorias seguidas en play off hasta que el sábado pasado, Matanzas cortó esa racha.

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