28
Aunque el esfuerzo no faltó en la nave caribeña, la grandeza del rival y los errores propios lastraron el rendimiento nuevamente. Autor: FIVB Publicado: 03/09/2022 | 09:11 pm
Justo como anticipaban la mayoría de vaticinios, la selección cubana quedó eliminada en octavos de final del Campeonato Mundial varonil que acogen Eslovenia y Polonia. A pesar de la derrota del plantel que comanda Nicolás Vives, nuevamente todos quedamos con la sensación de que podía esperarse más de ellos.
Para describir el choque en líneas generales y sin meternos en polémicas, podríamos decir que Italia fue mejor sobre la cancha bicolor de la Arena Stožice de Liubliana. Y sí, tendríamos razón al afirmar que el elenco azzurri, formado por una mezcla de veteranos y figuras jóvenes, tuvo un excelente desempeño y mereció el triunfo. Sin embargo, dicho así no estaríamos contando la historia completa.
Los europeos estarán en cuartos de final porque se lo ganaron limpiamente, pero quedó claro que el representativo de Cuba tuvo en sus manos la posibilidad real de vencerlos y quedarse con el ansiado pasaje a la siguiente fase.
Durante el mismo primer set, que terminó 25-21 a favor de los europeos, vimos un adelanto de cómo serían las cosas. Fue un parcial parejo en el que nuestros rivales supieron aprovechar cada fallo para cerrar el marcador en su favor y llevarse la sonrisa.
Ya en el segundo, los errores no forzados del sexteto cubano disminuyeron y pudieron alcanzar una ventaja lo suficientemente cómoda como para llevarse la manga (25-21) y demostrarle a los hombres de Ferdinando De Giorgi —que no habían cedido un set en todo el torneo— lo mucho que tendrían que sudar para salir airosos. Pero al final eso no fue más que un espejismo.
El tercer episodio pudo haber sido el golpe definitivo que inclinara la balanza sicológica a favor de los caribeños, quienes supieron igualar el marcador hacia el cierre y parecían listos para la remontada. Sin embargo, se impuso la sangre fría de los tanos (26-24) y a los de este lado les tocó volver a jugar al remolque.
Tras el bajón que fue perder el set número tres, durante el cuarto los muchachos de Vives volvieron a ser consumidos por el caos que ellos mismos generaron. Además de dejar escapar una ventaja valiosísima al comienzo del segmento, el pase volvió a quedar debiendo y todo se conjugó para que sus oponentes se crecieran y vencieran 25-18 a pesar de no demostrar una superioridad aplastante.
Jesús Herrera, con 23 tantos, resutó el mejor por nuestro equipo. Junto a él, Robertlandy Simón y Marlon Yant, ambos con 11, fueron serios escuderos, pero no bastó ese esfuerzo en una jornada durante la cual el conjunto de la Isla cometió 44 errores no forzados, desastrosa cifra que superó a la también pésima cuota de 41, firmada ante Brasil.
Cuba dijo adiós a la cita del orbe en la ronda de 16 y es una realidad que duele sobre todo porque, limitaciones aparte, este grupo de jugadores ha sacado a relucir un potencial que perfectamente podría haberlos colocado entre los ocho mejores del planeta, por ser conservadores.
En todo caso, esta experiencia deberá ser aprovechada como una lección fundamental de cara al futuro que se avecina para el seleccionado masculino de vóley. Ahora más que nunca les toca interiorizar aquello de que en la vida no se pierde, sino que se gana o se aprende.
