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Argentina, de la ilusión a la alegría real

Para la tropa encabezada por Messi, que venía de ganar la Copa América de 2021, esta fue la gran conclusión de una gesta que había comenzado con aquella derrota inesperada ante Arabia Saudita y que luego continuó con puros partidos de vida o muerte en la fase de grupos ante México y Polonia, y también en las rondas de eliminación directa ante Australia, Países Bajos y Croacia

Autor:

Enio Echezábal Acosta

Este domingo en el estadio Lusail, de esa misma ciudad catarí, cerró la edición 22 de la Copa del Mundo de fútbol con el triunfo de Argentina, selección que sumó su tercera corona en estas lides y encumbró aún más a la figura de Lionel Messi.

La final entre albicelestes y franceses fue, sin lugar a dudas, la más emocionante y espectacular de cuantas se han vivido en una de estas citas. El gran despliegue de los argentinos y la garra de los hasta entonces vigentes monarcas regaló al planeta entero un show de goles, giros inesperados en el guion y una definición por penales que llevó los corazones de muchos hasta el límite.

Para la tropa encabezada por Messi, que venía de ganar la Copa América de 2021, esta fue la gran conclusión de una gesta que había comenzado con aquella derrota inesperada ante Arabia Saudita y que luego continuó con puros partidos de vida o muerte en la fase de grupos ante México y Polonia, y también en las rondas de eliminación directa ante Australia, Países Bajos y Croacia.

Junto a Lionel, el «pibe» de Rosario, brillaron sobre la cancha nombres como el de Emiliano «Dibu» Martínez, Rodrigo de Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, Julián Álvarez, Nicolás Otamendi, Nahuel Molina, Cristian Romero, Gonzalo Montiel y Leandro Paredes, entre otros, quienes cargaron sobre sus hombros las esperanzas de cientos de millones, repartidos entre compatriotas e hinchas de todas partes del planeta.

Como dice la letra de esa canción que tantas veces sonó en Buenos Aires, en Doha y otros rincones del orbe, los 26 muchachos dirigidos por Scaloni volvieron a ilusionar a su gente y cumplieron la promesa de entrega y sacrificio que habían hecho a los suyos.

La victoria fue más disfrutada por los jugadores y parciales argentinos gracias al gran desempeño de los rivales, que regalaron poco o nada a lo largo del camino. Para rematar, en el duelo definitivo, Les Bleus de Didier Deschamps demostraron que, bajas y contratiempos aparte, son un equipo de época.

Individualmente, Kylian Mbappé, el mejor de los galos y posiblemente el único capaz de disputarle a Messi el premio al mejor de la justa, merece todo el respeto y la admiración posibles. Este chico, que precisamente hoy 20 de diciembre cumple 24 años, seguirá escribiendo páginas gloriosas en los siguientes mundiales.

Dentro de tres años y medio, Argentina defenderá el campeonato, tal vez ya sin el astro rosarino en sus filas. Entonces, será el momento de otros para asumir el reto de escribir otra página histórica con la camiseta rioplatense. Pase lo que pase, ya esta generación saldó sus deudas.

Para nosotros, luego de casi un mes del mejor fútbol, ahora es momento de lidiar con el síndrome de abstinencia pos Copa. Afortunadamente, el regreso de los torneos ligueros está cerca, aunque difícilmente en el futuro cercano estos logren llenar el vacío que dejará en nuestros corazones futboleros la fiesta número uno del balompié.

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