Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Aquí no gustó la pizza

Como en ediciones anteriores, muy temprano han comenzado las sorpresas: Australia doblegó a Corea y Panamá vapuleó a Taipéi de China

Autor:

Norland Rosendo

Anoche, mientras estas líneas tomaban cuerpo de papel en las imprentas, el equipo Cuba jugaba su tercer partido en el Clásico. Obligado a ganar para no terminar muriendo antes de tiempo, salió al campo indigesto aún con las pizzas italianas.

Sin rodeos, Italia dio a clases a Cuba. Y no en fútbol, también en béisbol. Como dictan estos tiempos, mucho antes del play ball jugaron en las oficinas los innings de estudio y planeación de la estrategia.

Jugada por jugada, situación por situación, hombre por hombre. Todo, meticulosamente previsto. Así había una formación especial para cada bateador y los cambios de pícheres sucedieron con exactitud. Nada quedó a la improvisación ni a las románticas corazonadas. Había pasado también con Países Bajos y seguro sucederá siempre. ¿Lo haremos igual nosotros?

El abridor Roenis Elías (5.0 INN, 2H, 3K y 1BB) caminó cuanto pudo con la regulación de 65 picheos. Entregó el juego con empate a cero carreras, pero aún era muy pronto para el tándem Moinelo-Raidel.

¿Usted hubiera depositado tamaña confianza en los jóvenes José Ramón Rodríguez y Naykel Cruz, teniendo a hombres de más herramientas y experiencia para una situación así? El manejo del bullpen en esas entradas de enganche comprometió el resultado, tanto como la paupérrima ofensiva.

Con el juego enredado, la dupla de pinareños tuvo que trabajar fuera de sus roles naturales de preparador y taponero, llamados de urgencia con hombres en base, y la efectividad no fue la misma.

En el décimo, paquete de cuatro vueltas con batazos decisivos ante Onelkis García, enviaron a los nuestros para terapia intensiva, a la espera de un milagro salvador.

En el béisbol de estos tiempos la combinación picheo-defensa es estratégica, y más si se trata de una selección que desde los juegos de preparación se sabía iba a necesitar de altas prestaciones en esas áreas para asegurar resultados, pues la ofensiva no había dado muestras de productividad.

Dos vulnerabilidades tenía la formación defensiva presentada para ese segundo juego: Yoennis Céspedes en el jardín izquierdo y Lorenzo Quintana calzando los arreos. Y ambas dejaron brechas aprovechadas por los rivales para conseguir un debut exitoso.

Pero el responsable mayor de los dos fracasos iniciales ha sido el bateo. Apenas 11 jits en ambos días. Sigue la ausencia de batazos oportunos y en medio de estrés, el abuso de la táctica —más «hundidora» que salvadora— del toque de bola para adelantar corredores. Felices los rivales de recibir como obsequio un tercio de cada inning con esa obsoleta jugada.

Ante Italia, Erisbel Arruebarrena sacudió par de incogibles, con uno anotó la primera y con el otro emparejó momentáneamente la pizarra en el octavo. Dos también fueron a la cuenta de Alfredo Despaigne, pero el resto seguía debiendo, incluidos Yoan Moncada, Luis Roberts Jr. y Quintana.

Como en ediciones anteriores, muy temprano han comenzado las sorpresas, además de los dos reveses cubanos, Australia doblegó a Corea por 8-7, ya Panamá había vapuleado a Taipéi de China (12-5) y después vendió cara su derrota ante Países Bajos (1-3).

Y todavía no han empezado las acciones en los grupos de América, donde se auguran también batallas campales.

  

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