Bramdon Pérez formó parte de la organización Medias Rojas de Boston en sus sucursales de Ligas Menores. Autor: Favio Vergara Publicado: 01/04/2025 | 10:56 pm
Cada vez que Bramdon Pérez se para sobre el cajón de bateo y sostiene el madero a todo lo largo, su cuerpo queda casi esbelto por completo. El espigado jugador de Industriales luce un alcor frente a cada pitcher contrario que, desde la altura, observa con precisión. Esa mecánica le ha resultado infalible, rendidora y eficaz en el regreso a su tierra.
Cuando el mentor de los Leones, Guillermo Carmona, llamó a las filas del equipo azul a Bramdon, pocos conocíamos de las habilidades y el tránsito previo de este pelotero por el béisbol organizado estadounidense.
Pero tan pronto como al inicio de la 3ra. Liga Élite, el capitalino fue acaparando miradas a puro juego elegante: a base de excelente defensa en los jardines y buen bateo. Tanto es así que, hasta la jornada de este martes, no ha cometido pifias sobre el terreno y compila ofensivamente para .351, (37-13, 1HR, 6CI).
Él sabe que su retorno a los orígenes le ha venido como anillo al dedo a un conjunto de Industriales que busca, luego de 15 años, volver a acariciar un título en la pelota nacional. «Ciertamente me está yendo bien en el comienzo de la temporada y he podido aportarle al equipo. Para cualquier pelotero siempre es importante en lo anímico comenzar con el pie derecho», aseguró el jugador a Juventud Rebelde.
A ras de pasto en el estadio Latinoamericano, hace algunas jornadas, el capitalino confesó que regresar para vestir el traje de los azules ha sido un sueño
hecho realidad. «Este era el uniforme que siempre quise ponerme desde niño», comenta.
Al decir de Bramdon, en los conjuntos de categorías inferiores de La Habana solo jugó hasta la instancia sub-15. Luego de emigrar a Estados Unidos, el muchacho mantuvo un nivel ascendente en el béisbol que lo llevó, incluso, a formar parte de la organización de los Medias Rojas de Boston, en sus sucursales de ligas menores entre los años 2018-2021.
En los últimos tiempos, sin embargo, se estuvo preparando fuerte para incorporarse a los Leones, una vez le dieran la oportunidad. «Cuando llegué aquí me adapté rápido al equipo y su sistema de juego. Hemos logrado una familiaridad entre todos los peloteros que es necesaria para alcanzar la química en el campo», refiere.
Frente a Santiago de Cuba, en un estadio Guillermón Moncada repleto de fanáticos, el número siete de los Leones despachó su primer vuelacerca en el béisbol cubano y en la 3ra. Liga Élite. Pero Bramdon, asegura, no se caracteriza por la fuerza al bate, sino por ser un pelotero de tacto.
Cuando vemos a este capitalino defender la pradera central o el jardín izquierdo con la soltura que lo hace, cualquiera pensaría que esa es su posición natural, la que más disfruta. Sin embargo, una vez que le preguntas en qué lugar del campo se siente más cómodo, el muchacho responde sin titubeos: «En el campo corto como torpedero».
Sus ganas de ayudar en las aspiraciones de Industriales esta temporada son altas, juegue donde juegue. «Desde que vine le comenté a Carmona que
podía desempeñarme en el cuadro o los jardines. Siempre que sea para aportarle al equipo estoy dispuesto a desempeñarme donde sea necesario», concluyó.