23
Yosvani Alarcón bateó de 4-4 en el sexto juego de la semifinal. Autor: Prensa Latina Publicado: 28/05/2025 | 10:33 pm
Una pregunta volvía a rondar este miércoles a la afición cubana: ¿Santiago remontaría nuevamente, cual gladiador romano, otro partido en la semifinal ante Las Tunas? Mientras esa interrogante mantenía en alerta a la fanaticada cubana, el sexto juego de la serie le iba resultando al revés para los indómitos, a quienes los Leñadores terminaron descubriéndole el conjuro de las remontadas.
Con la misma moneda que las Avispas lograron sus dos victorias del playoff le pagaron los muchachos del Balcón del Oriente, que vinieron de abajo en el marcador para llevarse el decisivo cuarto éxito de la semifinal por pizarra de 10-6 y, de paso, asegurar su segundo boleto consecutivo a una discusión del título.
Al inicio del choque parecía que los dioses del béisbol apostaban de nuevo por Santiago de Cuba. Incluso, hasta las piedras en el terreno del estadio Julio Antonio Mella conspiraron a favor de las Avispas en un tercer episodio donde anotaron racimo de cinco carreras.
Al diestro abridor por los Leñadores, Jesús Enrique Pérez, prácticamente no le pegaron con consistencia. De hecho, tres de las cinco anotaciones de ese inning se apuntaron como sucias. Entre errores y malas jugadas al campo, los indómitos abrieron el juego al frente en el marcador. Sin embargo, tal vez fue esa la primera mala señal de la tarde para las Avispas, que en sus dos victorias en el playoff habían comenzado debajo en el marcador.
La remontada debían darla este miércoles los tuneros como solo ellos saben hacerlo, con el filo de sus hachas llevando la voz cantante. Y así lo desplegaron ante sus huestes durante la segunda mitad del partido. Hay estadísticas que no mienten: los Leñadores son difíciles en su bosque encantado, prácticamente invencibles.
Los muchachos dirigidos por Abeysi Pantoja recordaron esa certeza en el sexto capítulo, cuando lograron irse arriba en la pizarra luego de anotar seis veces la goma. Es cierto que no salieron grandes batazos de las hachas tuneras, a excepción del triple de Luis Vicente Mateo (4-2) para remolcar dos compañeros, pero sí hizo acto de presencia como en toda la temporada la deslucida defensa santiaguera.
Dos errores se apuntaron en los libros y, sin embargo, otras dudosas pifias se dejaron pasar en las anotaciones. Mención aparte merece el rendimiento ofensivo del cuarto bate Yosvani Alarcón, que estuvo perfecto en los cuatro turnos frente al picheo santiaguero y empujó una carrera.
La otra nota relevante del sexto partido la puso el relevista tunero Wilson Paredes. Fue él el encargado de frenar en seco a las Avispas cuando se rebelaban temprano en el partido. Lo hizo certero y con eficacia durante 3.1 entradas en las que no soportó carreras limpias.
A pesar de todos los pesares y del deslucido carácter de algunas jugadas defensivas fue esta una entretenida serie semifinal que, con justeza, terminó ganándola el mejor equipo del último lustro en la pelota cubana.
A un conjunto como Santiago de Cuba, que se muere en los terrenos de pelota combatiendo hasta el out 27, nunca se le podrá achacar nada. Es muy difícil que a base solo de poder en las muñecas, y cediendo tanto en picheo y defensa, un equipo pueda avanzar en la postemporada. Sin embargo, los muchachos de Eddy Cajigal siempre dieron la cara hasta el final, y se ganaron el corazón de la gente. ¿Les faltó, al menos, un pícher de refuerzo? Quizá, pero no es momento de hacer leña del árbol caído.
Quienes ya sueñan con otro título en sus vitrinas son los Leñadores de Las Tunas. Apenas tendrán tiempo para festejar con su gente este nuevo paso porque, tan pronto como el sábado, estarán llegando a la selva felina de unos Tigres avileños deseosos de arrebatarles la supremacía nacional.
