Alessio Raballo celebra el gol del descuento de Cuba contra Australia en el Mundial de futbol sub-20 Autor: Tomada de DirecTV Sports Publicado: 05/10/2025 | 05:35 pm
Un país entero estaba frente al televisor, al lado del radiorreceptor, con los audífonos via internet o siguiendo minuto a minuto el devenir del final de un sueño este sábado en la noche. Nuestra selección sub20 perseguía un histórico boleto a los octavos de final en el Mundial de futbol que tiene por sede a Chile. El inolvidable empate contra Italia había abierto las puertas de la utopía. Pero Australia, a priori el rival más factible de un grupo de la muerte, se encargó de cerrar a la velocidad del rayo esa pequeña apertura.
Un primer tiempo para el olvido fue el preludio de una victoria amarilla. Australia dominaba los hilos, a la par que prendía fuego a la meta de Yurdi Odelin con un festival de disparos. Una tras otra atajada convirtieron al arquero cubano en la figura de los primeros 20 minutos, pero como en muchas películas, el héroe se volvió verdugo, y una mala salida al achique de Odelín dejó todo el espacio del mundo para que Max Caputo convirtiera el primer gol de los canguros. Cuba seguía a golpe de balonazos sin sentido, centros a destiempo y búsqueda incompleta de un hombre punta que no aparecía. Y en lo que centro iba y centro venía, Daniel Bennie se encontró una serie de rebotes y un mal control del centrocampista cubano Diego Catasus, y rompió la red para terminar de destruir los sueños caribeños.
Cuba agitaba el banco en el final de la primera parte, persiguiendo un cambio de ideas que nunca llegó, y con el arranque del segundo tiempo Odelín volvió a salir a la desesperada, y siguiendo esa premisa de que el cubano lo que hace con las manos lo destruye con los pies, dejó su arco desierto para que otra vez Caputo sumara goles a su cuenta personal. El 3-0 indicaba el fin de la historia, y aunque Alessio Raballo maquilló el resultado con su primer gol del torneo, Australia siguió su idilio con disparos que sacaban Odelín y los palos. El partido terminó 3-1 con los canguros capturando el tercer lugar y a la espera de como cierran los demás grupos para aspirar a un boleto a la siguiente ronda, mientras los leones del caribe anclaban en el sótano del apartado con 1 solo punto, pero, aunque la actuación cuantitativamente muestre un panorama complicado, cualitativamente roba aplausos por doquier.
Cuba cierra su Mundial Sub-20 con 1 punto, cuatro goles a favor y ocho en contra, a razón de un empate ante Italia con marcador de 2-2 y derrotas ante Argentina y Australia con idéntico marcador de 3-1. Llegamos como el patito feo de un grupo de la muerte, y nos fuimos robándole un punto a un subcampeón mundial y con marcadores cerrados ante el gran favorito al título y un equipo plagado de jugadores de la segunda división de Inglaterra. Cuba cierra la fase de grupos con más goles marcados que Corea del Sur, Chile o España (si, la archifavorita España) y la misma cantidad de puntos y mayor cantidad de tantos que un equipo con tanta historia en el fútbol como Brasil. Sí, es el peor Brasil de los tiempos recientes, pero eso no le quita mérito al hecho de que este equipo cubano, que apenas compite junto en todo el año y que sigue teniendo las mismas carencias en mecánicas de juego que afectan nuestro fútbol desde hace tantos años ha marcado más goles que el gigante sudamericano. No es para tirar fuegos artificiales, pero nos sirve para contextualizar la gran labor de estos muchachos.
Hay mucho que trabajar todavía, pero esta generación tiene madera para hacernos soñar con que el futbol cubano puede volver al lugar que alguna vez tuvo en el área, para volver a ser un plantel competitivo en CONCACAF. La experiencia de aquellos que han crecido en el fútbol base europeo, unida al crecimiento de otros en el futbol de Centroamérica regalan un escenario totalmente diferente al observado hace 12 años, cuando tras otro mundial Sub-20 donde también terminamos en el sótano de la fase de grupos, una generación con gran futuro se estancó entre promesas de contratos y la depauperada liga nacional. Ese es el principal reto con que cuenta nuestro balompié, lograr que esta camada encabece el proyecto de futuro, y que, a los Karel, Pinillo, Catasus, Raballo, Romario, Camejo, Mena, Casanova y compañía se sumen otros de la diáspora cubana alrededor del mundo, y con la llegada de un nuevo técnico el próximo ciclo mundialista traiga más alegrías que este que acaba de concluir con demasiadas sombras.
El mundial sub-20 logró volver a ilusionar a todo un país con que el fútbol puede hacerse un hueco a nivel mundial, que pueden ser competitivos en cualquier escenario. La jornada del 1ro de octubre de 2025, cuando los leones del Caribe le arrebataron una unidad a la Azurri, quedará como uno de los días más importantes de la historia del fútbol cubano. Será ese el espejo en el cual mirarse para vencer los retos del futuro, para que nunca se nos caduque esa licencia para soñar.