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El enigma de las «serpientes marinas»

El descubrimiento de dos ejemplares de pez remo muertos en la costa californiana ha dejado expectante a la comunidad científica. Se trata de una especie «bastante inusual», afirman expertos

Autor:

Patricia Cáceres

Pudieran contarse con los dedos de una mano los navegantes que los avistaron alguna vez. Sin embargo, los pobladores de la isla de Santa Catalina, California, han sido protagonistas en dos ocasiones de su presencia, lamentablemente póstuma.

Me refiero al remo, el pez óseo más largo que se haya avistado alguna vez, que puede alcanzar una longitud de 17 metros.

Los peces remo, o peces sable, como también se les conoce, poseen una anatomía delgada y aplanada. Considerando sus dimensiones, tienen bocas relativamente pequeñas y no están cubiertos de escamas. En su lugar cuentan con una cubierta plateada de consistencia viscosa. Sobre su dorso se extiende una aleta rojiza, que brota de la cabeza y alcanza toda la cola, llegando a contener unas 400 espinas.

Su nombre se debe a la disposición de sus aletas pélvicas, que asemejan remos, y que en su cuerpo —en efecto— adquieren esa función.

Se cree que este animal de aguas templadas, cuyo nombre científico es Regalecus glesne, habita en todos los océanos excepto en las regiones polares.

Pero es la profundidad en la que vive el motivo que lo aleja de nuestros ojos. Su hábitat tiene lugar a un kilómetro bajo la superficie, por lo que verlos no es nada común.

Por esa razón resulta tan extraño que dos ejemplares, en un período tan corto de tiempo, arriben incluso a la misma costa. Y los científicos se preguntan qué está causando su imprevista visita.

¡Sorpresa!

«Me impresionó ver un ojo del tamaño de la mitad de un dólar viéndome desde el fondo de la playa mientras buceaba entre 4,5 o seis metros de profundidad», exclamó la instructora de Ciencias Marinas Jasmine Santana, del Instituto Marino de la Isla Catalina, en California, Estados Unidos, quien protagonizó el primer hallazgo mientras buceaba el pasado 13 de octubre.

«Me hizo dudar sobre qué especie era por su gran tamaño, ya que usualmente no vemos nada como esto. Lo reconocí por un video poco común que había visto sobre ejemplares de menor tamaño», indicó.

La instructora cree que la forma alargada de estos peces les ha dado una reputación de peligrosidad que puede ser el origen de mitos sobre gigantes serpientes marinas. No obstante —afirma—, son inofensivos y no cuentan con mandíbulas grandes y afiladas como otros depredadores marinos.

«Primero traté de sacar el pez cogiéndolo por la cabeza, pero era muy pesado, luego lo agarré por la cola hasta la superficie, donde me auxiliaron mis compañeros del Instituto Marino. Necesité la ayuda de 15 personas para sacar del agua el cuerpo de 180 kilogramos», relató Santana.

Ya en tierra se comprobaron las verdaderas dimensiones del animal, que alcanzó los cinco metros y medio de largo.

El instituto logró recoger muestras de tejido del ejemplar y realizar un video para enviar información a los expertos de la Universidad de Santa Bárbara, de ese mismo estado, para una posible identificación de las causas de muerte. De acuerdo con el instituto, también se analiza el método más apropiado para preservar los restos de este ejemplar.

El segundo de los cuerpos fue hallado el 18 de octubre por un grupo de estudiantes de tercer grado —informó una televisora afiliada a la CNN— en la playa de Oceanside, también en California. Las autoridades que acudieron a la escena declararon a los medios que el pez medía poco más de cuatro metros.

Suzanne Kohin, del Servicio Nacional de Pesca Marina, estudió el pez de Oceanside. «Es muy extraño encontrarlo en el sur de California, especialmente en aguas superficiales», declaró Kohin.

«Los peces remo se encuentran en todas las aguas tropicales templadas, pero raras veces se ven, vivos o muertos», agregó la experta.

Mark Waddington, capitán del barco escuela del Instituto Marino de la Isla Catalina, que participó en el primer hallazgo, dijo no estar claro de por qué se encontró el pez remo en aguas poco profundas, pero que «parecía haber muerto de forma natural».

El biólogo Ruff Zetter afirmó: «está en perfectas condiciones para comerlo, si usted tiene una sartén de cuatro metros».

La teoría y la superstición

Milton Love, biólogo del Instituto de Investigación Marina de la Universidad de Santa Bárbara, explicó a la BBC que el hallazgo de estos dos especímenes ha despertado tanta expectación porque se trata de un pez «bastante inusual».

«Lo que se suele hacer para estudiar peces que viven en zonas muy profundas del océano es lanzar una red para atraparlos, pero los peces remo, por su gran tamaño, logran escaparse», manifestó Love.

Según el científico, el hecho de que solo se puedan estudiar los ejemplares que aparecen muertos, dificulta el estudio acerca de su comportamiento aunque, por la rareza del descubrimiento, investigadores de todo el mundo ya han pedido muestras para poder estudiarlas.

«Sabemos que viven en aguas profundas y que se alimentan de medusas y zooplancton. Además, sabemos que no nadan muy bien. Eso hace que puedan acabar muertos en las playas, porque la corriente les lleva a aguas poco profundas y no se adaptan», detalló el profesor.

Sin embargo, los peces remo han causado tanto revuelo que en las redes sociales en Internet se empezó a especular que la muerte y posterior traslado de estos peces hacia la costa, indicaban la inminencia de un terremoto, algo que el profesor Milton Love no cree que tenga una mínima base científica.

«Más bien las especulaciones están relacionadas con las leyendas que han rodeado a estos animales desde hace siglos». En libros del siglo XVI y XVII se hablaba de criaturas con aspecto de serpientes marinas. Creemos que podían referirse a los peces remo», argumenta el oceanógrafo.

No obstante —asevera Love—, pese a lo excepcional del hallazgo los océanos nunca dejarán de depararnos nuevas sorpresas. «Trabajar en el estudio de la vida marina es una lección de humildad permanente. Cuando crees que ya conoces todo lo que hay ahí abajo, el océano te muestra que no es así».

Otra de las hipótesis que se maneja actualmente está relacionada con la fuga nuclear de la planta de Fukushima, en Japón, al otro lado del Pacífico. Aunque no existen evidencias, ambos cuerpos también están siendo sometidos a pruebas de radiación.

Bebés remo

El pez remo de más de cuatro metros que llegó hasta la orilla de la playa en Oceanside, California, era una hembra que estaba por convertirse en madre, informó la agencia norteamericana Associated Press.

«Diseccionamos el pez, y descubrimos que estaba lista para desovar», dijo el martes H. J. Walker, de la Institución de Oceanografía Scripps.

Sus ovarios medían casi dos metros y contenían cientos de miles de huevos que estaban casi listos para ser liberados.

La criatura —reveló el investigador— perdió su cola de alguna forma cuando estaba viva y tenía heridas en forma de disco por mordidas de tiburón. «Aunque esa no fue la causa de su muerte».

Según Walter, aún no ha quedado clara la causa del fallecimiento de la criatura, pero se cree que el pez se acercó a la superficie, donde pudo ser golpeado por las olas.

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