Acuse de recibo
El pasado 15 de marzo, desde Bellomonte, Guanabo, La Habana, Galia Hernández denunció que hacía más de un mes allí no entraba agua. Los vecinos, añadía, saben que hace meses se rompió el motor del acueducto Bellomonte, y aún seguían recibiendo agua, pues los habían conectado a los otros dos acueductos de Guanabo: el de Playa Hermosa y el de Marbella, pero ya no.
Refería que tres semanas atrás contactó con el Presidente del Consejo Popular, quien habló con la Directora de Aguas de La Habana del municipio. A las dos horas hubo agua, que duró casi 24 horas. A partir de ahí, nada. Y la Directora de Aguas de La Habana en el municipio informó que no había solución, excepto pipas cada diez días. Según Galia, la única pipa fue el 5 de marzo, gracias a una vecina y al chofer de esta. «Y… no ha llegado más nada», acotaba.
Señaló que llamó a la directora municipal y la secretaria recibió la queja. La inspectora Lisbeth escribió, pero Galia estaba inconforme con la respuesta y con que nadie se hubiera personado a dársela.
«Por lo vivido en otras ocasiones, decía, creemos que están manipulando las válvulas de las conductoras, porque… ¿cómo es posible que zonas más altas que la nuestra tengan el servicio las 24 horas, estén llenando piscinas y regando sembrados?».
El lunes 6 de marzo, indicaba, a las 6:30 a.m. había un hilito de agua. Lo mismo a las cuatro de la tarde y a las diez de la noche. Eso, insistía, da la medida de que alguien pone y quita el agua y no da ni para llenar un cubo.
«Si no hay solución, dice, entonces no llegaría agua ninguna; pero si la Directora llamó, la pusieron y en esos horarios llegó algo, entonces sí hay solución. Lo que hay que hacer es el intento, la fuerza, llegar al lugar, conversar y escuchar a los afectados. Sabemos de la sequía existente, pero… debe afectar a todos por igual. Hemos sugerido que repartan el servicio de forma equitativa… por horarios o por días, como en otros lugares. Es una desconsideración y falta de respeto que unos tengan mucha y otros ninguna. No vemos preocupación… y cada día la situación se torna más crítica. Ni la Delegada del Poder Popular se ha presentado…», concluía.
El pasado 28 de abril llegó la respuesta de Mariyorkis Medina, jefa del departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, la que precisa que Guanabo recibe servicio a través de tres pozos de agua salobre: Bellomonte, Playa Hermosa y Alturas Boca Ciega. Y están interconectados entre sí como diseño futuro para el abasto de agua salobre, ya que en la actualidad no hay las condiciones técnicas para su uso efectivo. Cada uno de ellos abastece una zona determinada de la localidad.
La zona de Galia se abastece del pozo Bellomonte, cuyo equipo está roto. Esos equipos tienen características especiales, pues el agua que deben impulsar es salobre. La Empresa lleva a cabo una labor intensa de búsqueda de un equipo con dichas características para sustituir el dañado, pero hasta la fecha no ha sido posible.
Cuando la demanda de agua es baja en las otras dos zonas de la localidad, permite que llegue el servicio a algunos clientes de Bellomonte, e incluso afectando la zona alta de Playa Hermosa. Pero en verano, por ser zona de playa y de turismo nacional e internacional, aumenta considerablemente la demanda en todo Guanabo. Resulta imposible entonces que se favorezcan algunos clientes de la zona afectada.
Por ello, los clientes de la zona afectada fueron incluidos en el plan de pipas permanentes con un ciclo de diez días, hasta tanto se dé solución definitiva al problema. Y el plan de pipas permanentes en ocasiones se afecta, por no contar con los carros cisternas suficientes, y presentar serias afectaciones con el combustible, que impiden inevitablemente cumplir con los ciclos acordados.
Añade que el funcionario del Centro de Incidencias de los Servicios que atiende el municipio de La Habana del Este, visitó a Galia, y le explicó todo lo anterior, pero ella manifestó su inconformidad.
La respuesta indica finalmente que «la queja queda solucionada, garantizando el servicio a través del plan de pipas permanentes». Poniéndose en el lugar de Galia, hasta el más conforme estaría inconforme, con un plan de pipas que «en ocasiones se afecta por no contar con los carros cisternas suficientes y presentar serias afectaciones con el combustible, que impiden inevitablemente cumplir con los ciclos acordados».
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