Acuse de recibo
«LAS madres cuidadoras de sus hijos discapacitados no pueden andar de aquí para allá haciendo trámites, porque alguien detrás de un buró no se pone en sus zapatos y ni siquiera se los calza», afirma Magdalena Laterrade Rodríguez, residente en Edificio 85, apto. 9, Micro III, en el reparto Abel Santamaría de la ciudad de Santiago de Cuba.
Cuenta que es madre cuidadora hace muchos años. Y a lo largo de ellos, han ocurrido hechos cuestionables, como que la Dirección de Seguridad Social en el municipio haya tenido su expediente laboral, conocimiento de los cambios salariales y las resoluciones emitidas por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y se «indique» entonces, so pena de suspender el pago, recoger el expediente y volver al lugar en que ella laboraba, donde ya nadie recuerda que fue trabajadora de allí, a buscar un documento que diga qué salario debe devengar si aún ella laborara. Y después, con esa certificación y el expediente volver a la Dirección de Trabajo y Seguridad social.
«Esto ha ocurrido, si mi memoria no falla, al menos tres veces, afirma. Y la nueva situación es aún más grave. Quien la ideó, al parecer no imagina cuántas cosas debe hacer quien cuida a un discapacitado, más si este tiene retraso mental grave y problemas siquiátricos».
Indica que el pasado 30 de julio la trabajadora social se personó en su casa a dar una «información» que no fundamentaba. Y cuando se le pidió que explicara dijo que esa misma pregunta hizo y le respondieron que lo de ella era solo informar: la indicación era que a partir del mes próximo había cambios en el pago y que no se iba a cobrar ese mes. Y el 1ro. de agosto, al pasar el cartero que tradicionalmente le trae el pago, le informó que de Seguridad Social la habían eliminado de la nómina del correo. Magdalena llamó a Seguridad Social y quien le respondió le dijo que debía presentarse en dicha dependencia.
Se llamó a la trabajadora social que los atiende, quien le pidió un tiempo para investigar el caso. Y finalmente llamó a Magdalena para informarle que, según su directivo, debía ir al correo a cobrar.
«Siguiendo la lógica, si no estaba en la nómina, en el correo no debía tener entonces dinero destinado a que me pagaran. Pero llamé al correo. Y allí me respondieron que no fuera, que allí no había dinero para pagarme, pues no estaba en ningún documento».
Volvió a llamar a la trabajadora social y la respuesta fue: «No tiene que ir a ninguna parte, debe esperar tres viernes, y se le llamará para decirle dónde y cuándo se le va a pagar».
«El proceder de la Dirección de Trabajo y Seguridad Social, dice, deja mucho que desear. La esencia del problema es que la mencionada entidad ni siquiera sabe cuándo, dónde y cómo se realizará el pago a las madres cuidadoras.
«¿Una madre cuidadora que cobró hace unos 30 días debe esperar 21 días más para cobrar? ¿Cómo se atiende sin dinero al cuidador, y se sopesan las realidades que hoy vive el ciudadano para satisfacer sus necesidades vitales? Si lo que se hace es un procedimiento de mover la fecha de pago como resultado de los problemas monetarios del país, ¿no debe hacerse gradualmente?
«¿Se tuvo en cuenta al modificar el mecanismo, con la posibilidad de que las madres cuidadoras deban ir a un lugar a cobrar donde tendrán que confluir muchas personas, el hecho de que para salir de casa hay que dejar al discapacitado en manos de otra persona?
«Si el país crea mecanismos para que las personas puedan solucionar sus problemas desde el hogar, mucho más lo necesita una madre cuidadora... Ahora también parece que se perderá la posibilidad de que el cartero me continúe pagando. ¿Acaso estas aristas no se meditan por quienes deben hacerlo?
«Para que se tenga una visión de cuánto pesan estos problemas, les cuento: en tres oportunidades intenté jubilarme, a pesar de conocer los costos económicos de ese acto. Siempre hubo un problema, primero el expediente estaba para La Habana y luego la persona que debe encaminar el trámite no estaba en la entidad. Esto da la medida de cuánto han gravitado los problemas de la Dirección de Trabajo y Seguridad Social sobre mi situación.
«Necesito una información clara de las autoridades competentes de por qué se obra de esta manera sin tomar en consideración la situación que tienen los cuidadores. Espero soluciones y respuestas, y claro que no deben ser de la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social en Santiago de Cuba, que tantas incongruencias y problemas ha evidenciado», concluye.
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