La tecla del duende
Los tecleros capitalinos acudieron a la primera cita del año en la sede habitual de la Sociedad Cultural José Martí. Una palabra para 2022, esa fue la contraseña. Y a pesar de lo diversas que fueron las palabras, todas constituyeron clave acertada y permitieron ingresar al encuentro.
Rodin sugirió el optimismo; Nancy, la tolerancia; José Antonio, la prosperidad; entre otras propuestas. Viciedo polemizó tanto, que no recuerdo su palabra, pero sí el poema que nos regaló. Regresó a nuestros encuentros Lázaro Valdivia, junto a su esposa y las crónicas publicadas en el espirituano Escambray; mientras debutaron en citas sabatinas José Antonio, Mayté y William.
La sensatez indica que el aniversario capitalino no será nacional este año, al menos no en febrero. La salud es nuestro mayor punto de encuentro, es una buena palabra para dialogar y cuidarse. No obstante, la experiencia demuestra que tanto la virtualidad como la radio pueden ser aprovechadas nuevamente, así que por alto no pasará. Y mucho menos en este año, porque el segundo sábado de febrero será 12, como en la ocasión fundacional. ¿Habrá, al menos virtualmente, una Voz de Mandarina, un Lucero del Alba, una Trigueñita? Quisiera que así fuera.
Si te doy mi palabra debo cumplir contigo. Si fallo a mi palabra no confiarás en mí. Si es dura mi palabra es porque soy tu amigo y si no la menciono debo salir de aquí. No son solo palabras, pactos, revelaciones; pero pueden quedar en plano ceniciento, y si no las valoras por algunas razones puede que mis palabras se las lleve el viento. Eso sí, no te calles, la palabra es testigo: es aquella expresión que más habla de ti.
Los tecleros yumurinos se reunirán este domingo 16 de enero, en la filial provincial de la Sociedad Cultural José Martí, sita en la calle Río, entre Matanzas y Magdalena. Festejarán el aniversario 16 de la tertulia inaugurada por Guillermo Cabrera Álvarez el 21 de enero de 2006.
OML: Blandiría la espada por defenderte, pero solo si tienes la razón. Y no por eso dejo de amarte. ABD.
YSA: Como supe que era verdad, todavía te quiero. Tan solo aparece, y te lo demuestro. ZOO.
