La tecla del duende
Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, buscaba respuestas en su laboratorio. Un día, su hijo de seis años invadió su santuario. El científico, nervioso por la interrupción, le pidió que jugara en otro lado. Como era imposible, pensó en algo que pudiera entretenerlo.
Buscó una revista en la que había un mapa del mundo. Con unas tijeras lo recortó en varios pedazos y junto con un rollo de cinta lo entregó a su hijo: «como te gustan los rompecabezas, te doy el mundo roto para que lo armes».
Calculó que le llevaría días componer el mapa. Pasadas unas horas, lo escuchó decir calmadamente: «Papá, ya hice todo». Era imposible, a su edad, componer un mapa no visto antes.
Desconfiado, levantó la vista con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los fragmentos colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?
—Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo lograste? —Papá, cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, del otro lado estaba la figura de un hombre. Di vuelta a la hoja y armé al hombre, que sí sabía cómo era. (Publicado por Guillermo Cabrera Álvarez en la Tecla Ocurrente, 24 de julio de 2003).
POR CUBA
Las tertulias en todo el país se alistan para los encuentros de fin de año. La acción comenzará por Santa Clara el sábado 6; unos días más tarde el festejo se traslada a Guaracabulla. Próximamente ofreceremos más detalles.
El segundo fin de semana de diciembre traerá foros en La Habana y Sancti Spíritus, entretanto el tercero será para la región oriental, con Las Tunas y Holguín. Por cierto, siguen sumándose los ocurrentes a la ayuda para los damnificados del huracán Melissa.
Fraguamos encuentros en Batabanó y Matanzas. Informaremos.
El año 2026 propone nuevos sitios de encuentro: Melena del Sur, Florida, Baracoa, Sagua la Grande, Birán, Cienfuegos, Colón... Todo dependerá de los hilos invisibles que logra hilvanar esta columna desde su fundación. Y de seguro tejeremos el abrazo.
REGALO DE JUEVES
Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta a la hoja y vi que había arreglado el mundo. Gabriel García Márquez.
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