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A.P: Vivo con mi pareja que también es hombre. Él tiene VIH hace 5 años y hasta ahora no me he contagiado por las medidas que tomamos. No obstante, hace unos días se me rompió el condón. Me pregunto si existe algún preservativo más seguro que el de nuestras farmacias. Si resulto infectado por el VIH, ¿es aconsejable que lo hable con mi familia?, ¿aún existe la práctica de poner a los pacientes en un hospital durante varias semanas? Me preocupa tanto o más que la misma enfermedad.
Múltiples preocupaciones aparecen desde el proceso de diagnóstico del VIH/SIDA. Por lo difícil que resulta aprender a vivir con la enfermedad, se ofrece un taller grupal, combinado con asistencia individual a toda persona diagnosticada. Este se realiza en sanatorios u otros centros de salud. El portador del VIH/SIDA puede hospitalizarse o asistir diariamente para recibirlo. Una u otra modalidad se elige junto a los profesionales que trabajan con el sujeto inicialmente.
Compartir tu condición de salud es una decisión personal. No a todos ni en cualquier circunstancia debes dar la noticia. Es atinado seleccionar primero a quienes nos quieren y se encuentran en condiciones de apoyarnos.
Solo las caricias y besos eróticos sin penetración ni intercambio de fluidos genitales impiden el contagio. Los condones en venta suelen ser seguros, pero como cualquier otro medio de protección, son falibles. Es necesario verificar que la envoltura esté algo inflada y abrirla por los zigzags de sus bordes, sin emplear tijeras o dientes. El condón debe estar lubricado y sin una gota de aire al colocarlo, dejando espacio para el semen o líquido preseminal. Si agregamos lubricantes, debemos elegir solo los que tienen una base de agua, no pomadas o cremas. Es preferible la saliva.
Quien ama a alguien infectado por el VIH/SIDA está expuesto a momentos como estos. Elegir advertidos de las posibles consecuencias condiciona la aceptación del contagio.
MSc. Mariela Rodríguez Méndez. Psicóloga y consejera en ITS y VIH/SIDA
