SANTIAGO DE CUBA.— Un incremento en la calidad y rendimientos de los frutos que se producen en casas de cultivo protegido de la Ciudad Heroína es asegurado con la introducción, en los sistemas de riego por goteo de dichas entidades, de agua tratada magnéticamente.
Así lo demuestran las favorables condiciones alcanzadas por las plantaciones de tomate, pepino y ají pimiento de las casas de cultivo de Campo Antena y San José, en la cabecera provincial, donde investigadores del Centro Nacional de Electromagnetismo Aplicado (CNEA), realizan exitosamente experimentos de este tipo.
Tras la instalación en lo que va de año de 13 magnetizadores en la unidad hortícola de Campo Antena, se consiguió aumentar en un diez por ciento los rendimientos productivos, con palpables beneficios para los cultivos.
Yilan Fong Boix, investigadora del CNEA, entidad perteneciente a la Universidad de Oriente, que lidera la investigación, precisó a este diario que la alternativa influye en el aumento de la altura de la planta, el diámetro, el largo, el peso, el tiempo de germinación y hasta en el tratamiento y reducción de plagas y enfermedades.
Gracias a los efectos del agua tratada magnéticamente, abundó la experta, es posible además optimizar el rendimiento de los fertilizantes, aumentar la capacidad del campo haciéndolo aprovechable para las raíces, facilitar a las plantas la extracción de nutrientes con más eficacia y acelerar el ciclo de maduración.
Con promisorios beneficios para el sector, la generalización del agua tratada magnéticamente en los sistemas de riego de la agricultura se perfila como una forma económicamente factible y ecológicamente segura para hacer crecer las producciones, sobre todo en las condiciones de cultivo protegido, tecnología que se incrementa nacionalmente como una opción para extender los calendarios de cosechas de hortalizas y aumentar la productividad.
El agua tratada y sus efectos en el mundo agrícola fue uno de los resultados expuestos en la III Conferencia Internacional de Electromagnetismo Aplicado, recién clausurada en esta oriental provincia, en la que especialistas de Brasil, Argentina, Italia, Colombia, Perú y Cuba, entre otros, intercambiaron experiencias sobre el uso del magnetismo en la industria, la medicina o el medioambiente.