Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El regalo de papá

El regalo del Día de los Padres puede traer la desesperación a la mayoría que no sabe qué regalar hoy a nuestro ascendente

Autor:

JAPE

Hoy es… bueno, ya saben, el Día de los padres, y sobre ese tema quisiera hablarles. No se trata de remembrar el hecho histórico por el cual trasciende que el tercer domingo de junio, de todos los años, en Cuba y otros rincones del mundo, esté dedicado a este merecido homenaje a nuestros progenitores masculinos. No retomaré en retórica fallida, esa manida frase que señala, con ridícula pretensión, que se asuma de una vez y por todas que padre no es cualquiera. Tampoco cuestionaré, con acento nostálgico y melodramático, por qué razón no se imprimen tarjetas, ni se hacen cake para este señalado día.

No. En esta ocasión seré más preciso y práctico. Navegaré con la modernidad como proa para mostrar a unos, ilustrar a otros, y sacar de la desesperación a la mayoría que no sabe qué regalar hoy a nuestro ascendente, o aquellos que fueren escogidos por la vida, como semental, para difundir, prolongar o diseminar la especie, con la incalculable ayuda de las madres y el ginecólogo.

Comenzaré por decirles que la concepción de la palabra regalo, en contenido y forma, ha cambiado mucho de hace apenas unos meses a la fecha. En todo el mundo los grandes emporios del comercio, y del trueque mal habido, han rediseñado nuevas proyecciones, éticas, estéticas y artísticas, del regalo, con estándares internacionales. Por supuesto que en nuestro país esto conlleva a ciertos ajustes autóctonos, endémicos y folclóricos.

Olvide usted aquellos tiempos en que papá esperaba ansioso su día para recibir de amorosas manos de hijos, esposas, amigos, amantes… una suave colonia after shave Toilette old Spice, o una fragante loción Paco Rabanne, Giorgio Armani, Hugo Boss, o Christian Dior (for men)…

Tampoco crea que porque se considera de los menos pretenciosos y simplemente dirige sus sueños a un frasco de Galeón, Hit, Habano o colonia bebito, recibirá tales agasajos. Ni siquiera un hermoso juego de pañuelos de bolsillo bordados a mano con su nombre en una esquina. Menos aún será bien visto (y mucho menos esperado) que el día sea coronado con una dádiva etílica al estilo de Ballantines, Jamenson, Johnnie Walker, o renombrados rones del patio: Matusalem Solera 23, Bacardí Reserva Limitada o Havana Club 15 años Gran Reserva…

La moda ha cambiado, ya lo dije antes, y usted, querido papá, debe bailar al compás de los tiempos. Refine sus gustos y abra el diapasón de lo apropiado y lo selecto. Piense que un paquete de perritos también puede ser un regalo especial, al igual que una bolsita de picadillo de pavo.

Un par de nailones de pelly con sabor a cebolla y ajo, serán sin dudas la delicia del paladar en este día. ¿Qué me dice de un planchao Paticruzao? ¡Uno solo!

Si acaso es usted abstemio y sus allegados lo saben, bien podrían sorprenderlo con una variada cesta de frutas: mango, frutabomba… frutabomba, mango…

Querido amigo, este será un Día de los padres diferente en los regalos, pero con el mismo, o más, amor que siempre. Cualquiera que sea el presente, el obsequio que recibas, piense usted en la hora en que se levantó, y la cola que se zumbó alguien que lo quiere y lo aprecia mucho. Alguien que hizo ese sacrificio con la única y suficiente intención de hacerle inolvidable esta jornada.

Entonces… toma tu regalo, apriétalo a tu pecho (suave, por si son huevos, que también es un buen regalo) y ¡Felicidades, papá!

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