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Puentes de Amor Autor: Evelyn Corbillón Publicado: 27/06/2022 | 12:44 pm
PINAR DEL RÍO. Un donativo de más de 2 200 libras de leche en polvo al hospital pediátrico Pepe Portilla de la provincia vueltabajera, fue el más reciente gesto solidario del proyecto Puentes de amor, en cooperación con la organización Code Pink y residentes de Estados Unidos.
Carlos Lazo, quien lidera Puentes de amor, llegó hasta la institución de Salud acompañado por un grupo de jóvenes norteamericanos y sus padres, y aseguró que este es solo un granito de arena dentro de los esfuerzos por ayudar a Cuba ante el bloqueo económico.
Precisó que tratarán de llegar con este donativo en un mediano y largo plazo a más de 20 hospitales pediátricos de la Isla y a la escuela Solidaridad con Panamá. «Serán más los que se sumen y quieran venir, dijo, a partir de las gratas experiencias que han vivido los jóvenes que en esta ocasión nos acompañan».
Expresó que este es el resultado de la solidaridad de cubanos y norteamericanos que, más allá de cualquier diferencia de credo o de política, quieren el fin del bloqueo y de las sanciones que pesan sobre la familia cubana.
«Es algo que le debo a mi gente, a mi comunidad, a mis maestros, a mis vecinos; y como el deber de un ser humano es ser agradecido, tengo que tratar de vivir hasta el último día de mi vida retribuyendo lo que recibí», sentenció.
Carlos Lazo insistió en que el bloqueo es inmoral, antiético, «y cualquier persona decente, más allá de las diferencias ideológicas tiene que entender que no está bien ni es justo».
Por su parte, la doctora Mayté Cabrera, directora del «Pepe Portilla», centro asistencial que atiende a más de mil pacientes mensuales, agradeció la iniciativa en nombre de los niños y del personal de salud y precisó: «Esto que ustedes llaman un granito de arena para nosotros es un gesto muy grande, muy humano, y, sobre todo, muy altruista».
Fotos: Evelyn Corbillón
El bloqueo es una vergüenza
Matanzas.— La delegación del Proyecto Puentes de amor recibió aquí el cariño y admiración del pueblo matancero por la voluntad persistente en desaparecer el hostil bloqueo que afecta a la familia cubana.
Lo que se representa no es el deseo de una sola persona, sino del pueblo norteamericano y de los cubanos que viven en Estados Unidos, de que terminen estos mças de 60 años de enemistad, de sanciones contra los cubanos, porque somos vecinos y deberíamos llevarnos como hermanos, declaró Carlos Lazo, coordinador del Proyecto Puentes de Amor.
Al elogiar la labor del Centro de Biotecnología exaltó cuánto pudieran hacer los científicos de ambos países si juntaran sus conocimientos y tecnologías.
Foto: Hugo García.
Hay que hacer conciencia en el pueblo norteamericano, que sepa de lo criminal, cruel y anacrónico del bloqueo y se una en la lucha para levantarlo, significó Lazo.
Martha Cepress, madre norteamericana residente en Washington D.C., manifestó que esta visita le ha abierto los ojos, porque desde pequeña siempre había escuchado que Cuba era un país que no hacía las cosas bien desde el punto de vista político: «Ahora veo que los cubanos tienen muchas cosas que ofrecer al mundo y este bloqueo es una vergüenza de mi gobierno».
El bloqueo no aflojó ni durante la crisis de la COVID-19, contó el doctor José Hernández Hernández, director de la institución hospitalaria.
«Qué diferente fuera todo sin el bloqueo… Por eso es tan condenable», dijo Hernández Hernández, quien agradeció
el gesto solidario que beneficiará la alimentación de niños hospitalizados y madres acompañantes.
Teresa Rubio, delegada del Instituto de Amistad con los Pueblos (ICAP) en Matanzas, les dio la bienvenida a los 42 estudiantes y dos profesores estadounidenses que recorrieron el Teatro Sauto (Monumento Nacional) y el balneario de Varadero.
Lazo recibió como obsequio una obra de arte del caricaturista y artista de la plástica Manuel Hernández, quien le dedicó una pieza de cerámica que contiene una bandera cubana.
