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Las calles tuneras se llenaron de colores y sonrisas.. Autor: Yaciel Peña de la Peña Publicado: 05/09/2022 | 11:54 am
LAS TUNAS.— Este primer lunes de septiembre las calles tuneras devinieron una oda al optimismo. No hubo una por la que el futuro no transitara vestido de uniforme. Siempre ocurre igual cuando el curso escolar descorre su imaginario cortinaje. Por su colorido y sugerencias, el retorno a las aulas constituye un suceso digno del lienzo y el pincel.
Este primer lunes de septiembre vi semblantes infantiles de las más heterogéneas gradaciones. Desde el principiante lloroso, negado a soltar la mano de papá o de mamá para entrar por primera vez al aula, hasta el del estudiante secundario exultante de regocijo por el reencuentro con sus compañeros de grupo. Uno y otro, actores de la misma obra.
Este primer lunes de septiembre vi a muchos progenitores en cordial diálogo con maestros y profesores, a quienes hacían solicitudes diversas, como «me llaman si lo notan con fiebrecita», o «miren que se coma toda la merienda», o «es muy bueno, solo un poco travieso», o… «¡cuídemela!».
Una nueva etapa comienza en materia educacional. Foto: Yaciel Peña de La Peña (ACN)
Este primer lunes de septiembre observo a los maestros. Algunos saludan con efusividad a sus alumnos continuantes. Evidentemente, las relaciones entre ellos trascienden el aula. A otros los veo acariciar las cabecitas de los que comienzan en la aventura del aprendizaje. Parecen padres o madres emergentes, muy capaces de enseñar y de educar.
Este primer lunes de septiembre, debut de una etapa escolar atípica, que confía en su derrotero formativo, la familia espera calidad en la enseñanza. La escuela promete estar a la altura de lo que exigen los nuevos tiempos. En tanto, la sociedad confía en que será un nuevo escenario para superar creativamente y con creces las dificultades.
La aventura del aprendizaja ya está en escena. Foto: Yaciel Peña de La Peña (ACN)
Este primer lunes de septiembre será una nueva oportunidad para hacer patente una frase martiana: «Hombre recogerá quien siempre escuelas». Cuba es terreno propicio no solo para cultivarlas, sino también para recoger sus frutos.
¡Al aula con papá!. Foto: Yaciel Peña de La Peña (ACN)
