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Por los caminos de la salsa

Del 23 al 26 de febrero, la sexta edición de la cita bailable puso a gozar a los públicos que colmaron los predios del Club 500 de La Habana

Autores:

Sergio Félix González Murguía
Roberto Suárez

En Cuba todos los caminos conducen a la salsa. Benditas sean esas rutas donde la timba se mezcla con el son, la guaracha, el mambo y otras sonoridades, para formar una amalgama deliciosa donde juntos, públicos de todos los orígenes confluyen en un lenguaje común, aunque sientan, piensen o bailen distinto. El Festival de la Salsa 2023 ha sido un ejemplo de ello.

Del 23 al 26 de febrero, el Club 500 de La Habana vibró, noche tras noche, a golpe de una maratón excepcional con muchas de las principales orquestas del panorama popular bailable cubano, con amplia proyección internacional y fe de ello la dio la convocatoria de fanáticos de distintas latitudes, como Italia, Colombia, México, Perú y por supuestos, los bailadores cubanos que no quisieron perderse esta gran celebración.

Desde Manolín «El médico de la salsa», Lazarito Valdés y Bamboleo, Manolito Simonet y su Trabuco, hasta Isaac Delgado El Niño y la Verdad, Haila María Mompié, Los Van Van y Alexander Abreu y Havana de Primera, más de veinte agrupaciones se dieron cita para poner a bailar al público en jornadas que han sido de vértigo. El ritmo fluyó para venerar el legado de los grandes cultores del género que con sus creaciones lo pusieron en el lugar cimero donde está hoy.

Juan Formell, César "Pupy" Pedroso, Adalberto Álvarez, José Luis Cortés "El Tosco" y muchos otros maestros que hoy no nos acompañaban físicamente, probablemente observarían orgullosos cómo el festival promovido desde sus inicios por el músico Maykel Blanco, en su sexta edición, se ha convertido en una plaza ineludible para mostrar a Cuba y el mundo el talento plagado de diversidad de estilos y rutas creativas que tiene nuestra salsa.

La cita permitió tomarle el pulso a lo que sucede hoy con nuestras agrupaciones, la unidad en el concepto y la variedad de cada conjunto. Y así pudimos ver en una misma noche a NG La Banda, seguida de Chispa y los Cómplices y El Noro y 1era Clase; en un segundo set a Paulito FG, Alain Pérez y Elito Revé y su Charangón.

La sexta edición del Festival de la Salsa nos deja el buen sabor de boca de comprobar la vitalidad del género en la Mayor de las Antillas. Los creadores que hacen posible esas sonoridades tienen claro el camino y la necesidad de que el legado de esos grandes cultores no caiga en saco roto.

Sería provechoso para el evento lograr irradiar esas luces hacia otras zonas de la ciudad, aglutinar otras voluntades y, por supuesto, conectar con una visión más internacional del género y captar las motivaciones que bullen en otras orillas, donde hay otras formas de interpretar la salsa.

Todo espacio que pondere lo mejor de nuestras tradiciones culturales debe potenciarse y debe cuidarse, incluso contemplar un acompañamiento teórico para lo que luego acontece sobre la tarima. El Festival, con todo su atractivo y el talento que convoca, así como la fertilidad del ecosistema que representa, solo puede aspirar a crecer. Allí, por los caminos de la salsa, seguro nos volveremos a encontrar. Y seguiremos bailando.

 
 
 
 
 
 
 
Fotos: Roberto Suárez
 

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