Los jóvenes en la Empresa de Cigarros Lázaro Peña son decisivos en el trabajo de la fábrica. Autor: Del Autor Publicado: 23/06/2025 | 07:52 pm
Holguín.— No es tarea fácil sacar adelante a una industria en tiempos de escasez de materias primas, limitaciones con las piezas de repuesto y otros factores que inciden en su rendimiento óptimo. Para lograrlo, se requiere del esfuerzo conjunto y el aporte de todos sus trabajadores, con énfasis en las nuevas generaciones como digna continuidad.
El recurso humano es la fortaleza principal con la que se cuenta hoy día. Los jóvenes que lo conforman son una pieza fundamental, pues su compromiso vislumbra soluciones, donde cualquiera vería imposibles, y posibilita crear, a pesar de cualquier obstáculo o dificultad. No es posible sacar adelante ningún proceso sin su certero apoyo.
Eso bien lo saben en la Empresa de Cigarros Lázaro Peña de la provincia de Holguín, donde se respira el aire juvenil en sus múltiples áreas. Allí se percibe una mezcla de juventud y experiencia que, en comedida simbiosis, demuestra que el relevo está garantizado, cuando se tiene conciencia de la importancia de compartir saberes.
El esfuerzo se premia
¿Quién no conoce en la empresa a Alexander Pozo Cardona? El actual secretario del comité UJC en esa entidad y jefe del departamento de producción de cigarrillos del turno 1, como aclara con orgullo, llegó hace tres años al lugar que hoy considera una extensión de su esencia como ser humano.
«Soy dirigente vinculado de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), de la que fui su presidente en la Universidad de Holguín y, apenas comencé a trabajar aquí se me dio la tarea de dirigir a la juventud», rememora este ingeniero mecánico, al referirse a las experiencias adquiridas desde su faceta como cabeza de la masa juvenil.
«Fuimos creciendo e hicimos un comité, con tres comités de base y alrededor de 28 militantes. Empecé como especialista B en Mantenimiento Industrial y en este tiempo tuve la oportunidad, por ejemplo, de prestar servicios en el Mariel.
«En 2023 pude cursar un diplomado en La Habana, impartido por el Ministerio de la Agricultura. El año pasado tuve la gran satisfacción de pasar un seminario en China, una experiencia única para mí como joven. Todo este camino ha sido gratificante y también movido.
«Actualmente, me encuentro como director de producción en funciones, lo que demuestra el trabajo del especialista de cuadros de la empresa y la confianza que nos tienen para asumir nuevas tareas.
«Hemos tenido la incorporación de varios jóvenes a la fábrica. Hoy contamos en un curso con 29 que están en proceso, preparándose. Siempre esperamos que se incorporen más y, desde su ingreso, comenzamos el trabajo con ellos.
«Tenemos un universo juvenil de 157 jóvenes y mantenemos un plan de atención a ellos, respaldado por los directivos y factores, para que se sientan apoyados y escuchadas sus inquietudes. Hoy la empresa está desplegando nuevas estrategias económicas para solventar las pérdidas y la mano juvenil está presente.
«Por ejemplo, muchos de ellos se encuentran fabricando las llamadas “cajitas”, que traen de diez a 11 cajetillas de manera manual. Tienen una meta diaria y mucho ímpetu y vitalidad. Normalmente alineamos experiencia y juventud para encaminar los módulos.
«Estamos coordinando para comenzar una maestría masiva de jóvenes ingenieros mecánicos y queremos hacer un aula de capacitación. Yo siempre tiro la varilla muy alta, porque aquí el esfuerzo se premia», comentó.
Ser jefe es liderar
El que dude del papel de la mujer cubana puede visitar la empresa de cigarros de Holguín. Allí hay jóvenes como Caridad Hernández Ramírez, jefa de la brigada número dos y encargada de los módulos tres y cuatro de la sección productiva, que confirman que no existe ningún puesto en el que no quepa una mujer.
Por coincidencias en el calendario, su entrada transcurrió en el aniversario 60 de la UJC, el 4 de abril de 2022.
«Soy licenciada en Cultura Física. Trabajé un tiempo en la Empresa Eléctrica y cuando salgo de allí me enteré de que había un curso en la fábrica, al cual me incorporé y terminé siendo primer expediente entre 38 personas. Me mantuve trabajando en varias brigadas y fui rotando.
«Por mi desempeño, asumo la jefatura del módulo cuatro. Cuando me lo entregaron, su estado era desfavorable y tenía varios problemas en el ambiente mecánico y operacional. Se ha logrado una estabilidad desde entonces.
«Como jefa de brigada, mi papel es controlar la eficiencia, la calidad y aspectos relacionados con la mecánica, la electrónica, entre otras áreas. Soy la responsable de 13 personas, de su trabajo y de cómo salga la producción.
«Enseguida que me incorporé me captaron para la UJC. Por mis actitudes, asumo como activista del sindicato en la empresa y, posteriormente, paso a militar en las filas del Partido Comunista de Cuba, por lo que cuento con la doble militancia.
«Todo depende de lo que uno se esfuerce y tenga ganas de hacer. A los jóvenes nos toca ser el relevo de las personas con mayor experiencia. Debemos trabajar y aprender de ellos. Creo que lo importante es saberle llegar a las personas y sentirte un trabajador más. Ser jefe es liderar».
Aportar su grano de arena
Jorge Alberto Almaguer Espinoza, jefe de taller, es de los jóvenes más veteranos de la Lázaro Peña. A la empresa llegó hace siete años con todas las ganas de aprender y salir adelante. Transcurrido ese tiempo, su entusiasmo y entrega le han permitido cosechar frutos profesionales.
«Empecé como operador, donde inicia el proceso productivo. Con el paso del tiempo, mi trabajo fue mejorando y me promovieron a reserva del jefe de taller del departamento de producción de hebra, y los compañeros de cuadros comenzaron a trabajar conmigo.
«Estoy estudiando ingeniería Industrial en el curso por encuentro, estoy en primer año. He contado con el apoyo de la administración, el sindicato, el PCC, la UJC y los demás factores. Me he ido adiestrando con ellos en cuanto a los procesos internos.
«Mi función se basa en velar por el cumplimiento de esa área, en materia productiva y de calidad. Estoy al frente de cinco jefes de brigada y, en conjunto con ellos, transmitimos a los trabajadores las indicaciones y los escuchamos.
«La juventud tiene la fuerza y la vitalidad, y siempre se nutre de los compañeros que llevan más años. Esa mezcla es la que nos garantiza los buenos resultados.
«Es un orgullo muy grande trabajar en esta empresa, que es insigne en la provincia. Somos una de las industrias que más aporta en materia económica y financiera al país. Cuando uno llega a la fábrica, se percibe el amor y compromiso de sus trabajadores, que no es más que el grano de arena que aportamos a la sociedad».