LA reducción del déficit fiscal en el año 2026 continuará siendo una tarea de primer orden para Cuba, como parte de los objetivos estratégicos que deciden en la recuperación macroeconómica. Fue esa una idea medular en la intervención este jueves del ministro de Finanzas y Precios, Vladimir Regueiro Ale, al presentar al Parlamento el Presupuesto del Estado para el año entrante.
Al referirse a la nueva norma, explicó que esta ha demandado mayores esfuerzos de colaboración institucional entre los organismos de la economía, ministerios, grupos empresariales y gobiernos locales, con el objetivo de asegurar con criterio de prioridad los programas fundamentales de gastos para el desarrollo del país.
La evaluación sistemática y oportuna de la ejecución presupuestaria ha permitido reasignar partidas que no se ejecutaron hacia la atención de demandas extraordinarias de gastos, y de este modo canalizar de manera prioritaria estos recursos hacia provincias y municipios. Así, dijo, se ha logrado no solo cumplir con los objetivos financieros, sino también otorgar mayor flexibilidad y capacidad de respuestas a las necesidades más urgentes de los territorios, como se ha requerido para respaldar, por ejemplo, la recuperación de los daños provocados por el huracán Melissa en las provincias del oriente del país. «Estas labores continuarán en 2026», destacó.
Regueiro Ale apuntó que el Presupuesto del Estado está marcado por un escenario económico difícil, en el que inciden presiones inflancionarias, limitaciones energéticas, crecimiento de las demandas de protección social, la necesidad de estimular la producción nacional y las exportaciones, y la planificación de un crecimiento económico discreto.
Se planifican ingresos brutos por 484 121 millones de pesos; un ocho por ciento de crecimiento en relación con el estimado del año 2025, que significa 3 672 millones de pesos más a recaudar.
Con los ingresos proyectados se garantiza el financiamiento del 88 por ciento del total de gastos previstos, lo que representa una recuperación de este indicador respecto al resultado estimado del año que cierra, y marca una tendencia en ascenso respecto a los dos ejercicios fiscales precedentes, afirmó.
Para 2026 el Presupuesto moviliza recursos financieros para cubrir gastos totales que ascienden a 550 590 millones de pesos, y que expresan un crecimiento del 6 por ciento. En él está presente, con total coherencia, el núcleo humanista y su esencia profunda de carácter social.
Según destacó Regueiro Ale, de manera concreta esa vocación de nuestro Presupuesto se evidencia en la estructura misma de los gastos. De forma prioritaria, aproximadamente el 70 por ciento de los gastos corrientes se consagran en el Presupuesto a sostener, fortalecer y perfeccionar aquellos pilares que definen nuestra sociedad: los servicios públicos universales y gratuitos.
La distribución mayoritaria de estos recursos garantiza que la riqueza de la nación se oriente, fundamentalmente, al bienestar colectivo, la protección de los más vulnerables y el desarrollo pleno de las capacidades de cada ciudadano, aseveró.
Reseñó que el resultado consolidado del sistema presupuestario local proyecta un saldo superavitario ascendente a 9 444 millones de pesos, logro que se concentra en el desempeño positivo de cinco provincias: Artemisa, La Habana, Mayabeque, Matanzas y Villa Clara.
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