Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Qué diría usted si al volver de vacaciones encontrase que su vecino le desmanteló la casa y la vendió ladrillo por ladrillo. Sí, pues eso mismo, salvo que en ruso, debe haber pronunciado Yuri Konstantinov, de 50 años, a quien le dieron la sorpresa de su vida al desaparecerle su hogar en la región de Astrakhan hasta el nivel de los cimientos. Un vecino aprovechó su ausencia para vender los ladrillos, ventanas, puertas, tuberías, lavabos y demás partes como material de construcción. Y aunque la policía ya identificó al espontáneo «corredor» de inmuebles, todavía se desconoce el paradero de la casa o mejor dicho, de sus pedazos, así como el rédito obtenido. ¡Koniec! Minimona

Un artista británico pintó la reproducción más pequeña de la historia de la Mona Lisa. Andrew Nicholls, de 44 años, leyó por Internet que la réplica más diminuta del famoso óleo de Da Vinci medía 13 milímetros de alto por nueve de ancho y consideró que podía batir la marca. Así tomó lupa, pincel y cartulina para implantar un nuevo récord. La pieza mide 11 por siete milímetros y representa la obra original en una escala de 70 a uno. Curiosamente, este artista, que por cinco años pintó miniaturas para casas de muñecas, nunca ha visto la verdadera Gioconda. Cosas de la vida. Pero en fin, ¡qué mona tan mona, digo, diminuta!

Ahora me ves, ahora no me ves, dirá acaso en un futuro no muy lejano quien se pruebe el traje de camuflaje invisible que ya desarrollan expertos de la Universidad de Purdue, EE.UU. Basados en fórmulas matemáticas, un equipo de investigadores diseñó el prototipo de un dispositivo que emplea un conjunto de nanoagujas irradiantes de luz a partir de un radio central para doblarla alrededor del objeto encubierto volviéndolo invisible. Aunque el experimento aún está limitado, pues solo funciona para una única longitud de onda del espectro visible, lo cierto es que pronto esta prenda inapreciable podría no ser fantasía. ¡Tremenda coba, Quiroga!