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Una monumental rosca de pan de 740 metros de longitud y un peso de 9 375 kilogramos, quizá la más grande del mundo, fue partida en Ciudad de México para conmemorar la tradicional fiesta de los Reyes Magos. De la rosca salieron 200 000 porciones que fueron regaladas con leche a personas en el emblemático Zócalo capitalino. Tortas y panes que a diario ofrecen las panaderías aztecas desaparecieron por estos días para dar paso a las roscas adornadas con frutas secas, mermelada y un muñeco en su interior. A quien le toque el muñeco se llevará la buena suerte, que muchos aprovechan para comprar juegos de azar, pero ahí se les acabó la suerte, al menos a la mayoría.
