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Tatamis del mundo lamentan retiro de cubana Driulis González

La judoca antillana, ganadora de cuatro medallas olímpicas y siete en Campeonatos universales, dijo adiós al deporte activo en la sala Rafael Castiello de su ciudad natal Guantánamo

Autor:

Juventud Rebelde

Los tatamis del mundo tomaron forma humana por unos momentos para acompañar y felicitar a una de las grandes judocas de la historia, la cubana Driulis González, quien se retiró de manera oficial el domingo último, destaca Prensa Latina.

González, ganadora de cuatro medallas olímpicas y siete en Campeonatos universales, dijo adiós al deporte activo en la sala Rafael Castiello de su ciudad natal Guantánamo, poco más de mil kilómetros al este de esta capital.

Con apenas 1,63 metros de estatura y 58 kilogramos de peso, la antillana inició su carrera en 1987, año en que conquistó invicta los Juegos Nacionales Escolares y fue seleccionada como la más técnica del torneo.

En 1989 se convirtió en la campeona cubana más joven de la historia con sólo 15 primaveras e ingresó al equipo nacional, dirigido por el prestigioso Ronaldo Veitía.

Bajo la conducción de Veitía y los consejos de las más experimentadas comenzó a desarrollar una depurada técnica, que la llevaron a convertirse en la segunda judoca más laureada del planeta, sólo superada por la japonesa Ryoko Tani Tamura, dueña de siete coronas mundiales y cinco medallas olímpicas.

Seleccionada en cinco ocasiones como la mejor deportista femenina de Cuba, González no tardó en brillar y con sólo 18 años ganó una presea de bronce en los 56 kilogramos en los Juegos Olímpicos de Barcelona-1992. Era el preámbulo de una impresionante hoja de servicios en la arena internacional.

Luego alcanzó los títulos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Ponce-1993, el Campeonato Mundial de Chiba-1995, los Panamericanos de Mar del Plata-1995 y el oro olímpico en Atlanta-1996.

En la magna justa estadounidense, disputada del 19 de julio al 4 de agosto, protagonizó una de las grandes proezas del deporte cubano.

Su participación en la lid estuvo en duda al sufrir la fractura de dos vértebras cervicales en abril, en un entrenamiento, y permaneció inmovilizada del tronco casi dos meses para regresar a la actividad unas tres semanas antes del compromiso olímpico.

Ya en la competición las adversarias intentaron inútilmente agotarla o aplicarle técnicas de cuerpo a cuerpo con el marcado objetivo de lesionarla; así sucedió en los dos primeros combates contra la francesa Monique Batoux y la holandesa Jessica Gal.

Batoux y Gal la agarraron varias veces por los antebrazos y los hombros, y la antillana admitió después de ganar ambos pleitos que sintió un fuerte dolor, pero en ningún momento se lo dijo a Veitía por temor a una posible retirada de la lid.

Para las restantes peleas, su preparador le aconsejó no darle tregua a sus rivales, llevar siempre la iniciativa y tratar de marcar rápidamente. La discípula cumplió al pie de la letra las orientaciones y derrotó por ese orden a la británica Nicola Fairbrother y la china Liu Chuang para llegar a la discusión de la medalla dorada ante la surcoreana Jun Sun-Yong.

La asiática presentaba una amplia trayectoria en lides cuatrienales, iniciada con un sexto lugar en Seúl-1988 y quinto en Barcelona-1992, además, en 1995 ganó el campeonato continental y la Copa Fukuoka de Japón y los internacionales de Munich y París.

Pero la caribeña logró reponerse al dolor físico y con una voluntad y coraje enormes concentró sus ataques en los flancos vulnerables para ganar la corona por yuko.

Impresionó tanto el triunfo de la antillana que el destacado comentarista de la cadena japonesa Nogy Sugawara afirmó: «Su victoria es verdaderamente conmovedora. Sólo los deportistas con un corazón más grande que ellos mismos son capaces de acciones de tal naturaleza».

Las conquistas de González, nacida el 21 de septiembre de 1973, no quedaron allí y continuaron en las divisiones de 57 y 63 kilos.

Tras el bronce en Barcelona y el oro en Atlanta, su expediente olímpico se cerró con la plata en Sydney-2000 y el tercer puesto en Atenas-2004.

A su palmarés en Mundiales agregó las coronas en Birmingham-1999, Río de Janeiro-2007, las plateadas en Osaka-1997 y 2003, y el tercer puesto en El Cairo-2005.

La mejor judoca de América conquistó más de 200 medallas a lo largo de su carrera deportiva de 21 años y prestigió un sinnúmero de potentes justas clase A, entre ellas la Copa Fukuoka, Citta di Roma, Loeding y World Masters.

Siempre fiel a los ideales del deporte cubano, ajeno a todo tipo de comercialización y compra de deportistas, González rechazó grandes sumas de dinero y respondió que preferiría el reconocimiento de sus compatriotas y la felicidad que les brindaba con cada victoria.

Aunque la afición no podrá disfrutar de sus espectaculares ippones, fuertes agarres y agilidad de piernas, la cubana deja un ejemplo a imitar dentro y fuera de los tatamis.

Palmarés de Driulis González:

Juegos Olímpicos:

-Oro Atlanta-1996         56 kilogramos.

-Plata Sydney-2000         57 kg.

-Bronce Barcelona-1992     56 kg.

-Bronce Atenas-2004        63 kg.

Campeonatos Mundiales:

-Oro Chiba-1995            56 kg.

-Oro Birmingham-1999       57 kg.

-Oro Río de Janeiro-2007   63 kg.

-Plata Osaka-1997          57 kg.

-Plata Osaka-2003          63 kg.

-Bronce Hamilton-1993      56 kg.

-Bronce El Cairo-2005      63 kg.

Juegos Panamericanos:

-Oro Mar del Plata-1995    56 kg.

-Oro Santo Domingo-2003    63 kg.

-Oro Río de Janeiro-2007   63 kg.

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