Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La inocencia piensa en grande

La clavadista habanera Anisley García, con 14 años de edad, participará en la Copa del Mundo de la disciplina en Río de Janeiro

Autor:

Javier Rodríguez Perera

Sinceramente, ¿consideras que puedas ser la mejor clavadista de Cuba? Responde un tímido no sé. Insisto, y me devuelve un «sí, porque me lo propuse». Fue la última frase de una breve conversación con la promisoria clavadista habanera Anisley García, adolescente de 14 años que participará en la Copa del Mundo de la disciplina del 19 al 24 próximo en Río de Janeiro, Brasil, con el afán de «pescar» la clasificación olímpica desde la plataforma.

Por azares de la vida, Anisley ha emergido, por el momento, como la carta cardinal de triunfo del clavado cubano. El plataformista Jeinkler Aguirre se encuentra lesionado y su compañero José Antonio Guerra es muy probable que diga adiós a las albercas. Esa situación ha depositado en el talento de la chica tamaña responsabilidad.

«El reto de ser hoy la principal figura de este deporte en Cuba lo asumo con disposición, alegría, pero a la vez me siento triste, porque mi sueño fue viajar junto a Guerra y Aguirre. Al no ser posible, asumo la responsabilidad, aunque no tenga mucha experiencia y sea un desafío difícil. Jose a menudo me apoya y me dice que le ponga mucho interés a todos los saltos y Jeinkler fue a verme hace poco para desearme éxito en la competencia», explica la atleta que comenzó a practicar este deporte a los cuatro años, con la ayuda de su hermana Yanisleidys García, quien además incursionó en el triatlón.

El pasado viernes Anisley salió rumbo a la urbe brasileña en pos de acaparar uno de los boletos en disputa para la máxima justa multideportiva de este verano. «En la Copa del Mundo lucharé por un cupo, y de lograrlo, aseguraré la presencia de Cuba en tan importante evento. Participaré en la plataforma, que es la modalidad con más grado de dificultad que tengo, y considero que será menos difícil a la hora de hacerme de una plaza», dice con optimismo y amplía que no le resulta complicado alternar su vida deportiva con los deberes escolares.

Explica, además, que las dos vueltas y media adentro, las dos y media inversas, y las tres y media al frente, son los saltos de mayor envergadura en su programa. Cuenta también con otros dos de menor complejidad, que son la parada de manos con dos vueltas atrás y medio giro, y el de dos y media atrás con medio giro. Casi en un mes montó los clavados y compitió con tres de ellos en Canadá.

No lo piensa. Resaltan como los principales resultados deportivos de una carrera a la que le queda demasiado por brillar, los dos metales bronceados obtenidos en el Panamericano Juvenil acontecido en Cuba, y las tres medallas doradas en la lid norteña. Ambos eventos fueron muy provechosos porque no estaba en sus aspiraciones lograr medallas, mas lo hizo.

La Tuti, como le conocen popularmente, se siente a gusto entrenando en Matanzas, aunque esté distante de su familia. Esa provincia la acogió desde quinto grado, allí conoce a muchas personas y se siente cómoda en la piscina en la cual se prepara.

«Después de la Copa del Mundo se maneja la posibilidad de llevarme a un Grand Prix en Canadá», comenta García, diamante en bruto de nuestro clavado, la cual ha corrido con la suerte, según ella, de haberse nutrido de tres entrenadores. La primera fue María Elena Carmuza, después pasó por los conocimientos de Jorge Betancourt y en el presente se prepara con Lino Socorro, «que me brinda muchos consejos, puede servir como padre, pero siempre desde la base del respeto», sentencia.

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