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Luis Orta se vio muy bien en los 67, aunque habrá que esperar para saber si se queda en esa división o regresa al peso con el que se coronó en Tokio 2020. Autor: Roberto Suárez Publicado: 11/06/2022 | 09:08 pm
La tercera fecha del torneo Todos Estrellas de lucha, efectuada este sábado en la Ciudad Deportiva de La Habana, significó el inicio de las acciones en la modalidad grecorromana con combates en cinco de las seis divisiones olímpicas.
Representantes del equipo nacional (EQN) y de una decena de territorios del país (La Habana, Mayabeque, Pinar del Río, Sanci Spíritus, Isla de la Juventud, Ciego de Ávila, Villa Clara, Santiago de Cuba, Holguín, Guantánamo) se reunieron sobre los colchones del coliseo capitalino para disputar las rondas clasificatorias en 60, 67, 77, 87 y 97 kilogramos.
Allí, a pie de obra, Juventud Rebelde intercambió con Raúl Trujillo, jefe de entrenadores del estilo clásico, quien comentó, entre otros temas, sobre la relevancia de esta competición que inició el pasado jueves con las féminas y se extenderá hasta el martes próximo con la justa de la libre masculina.
“Este año ha sido muy difícil por diferentes razones, pues, aunque siempre hemos dado el máximo en cualquier circunstancia, la falta de competencias y de un espacio óptimo para entrenar -el principal centro de entrenamientos está siendo reparado actualmente- han dado al traste con que los muchachos, como es el caso de Oscar Pino y Ángel Pacheco no estén al máximo físicamente y que algunos de ellos se hayan lesionado”, comentó Trujillo.
“Sabemos que hay mucha voluntad porque la lucha se desarrolle, pero las dificultades económicas aparejadas al asunto de la pandemia y el bloqueo, que cada vez nos aprieta más, estamos trabajando en condiciones muy complejas. No obstante, dedicamos muchísimas horas de nuestro día a la conservación del lugar que nos hemos ganado como uno de los símbolos de nuestra patria en el mundo entero”, agregó.
De ahí que esta competencia sea tan importante para él y el resto de su colectivo, pues es una vía para concentrar un mismo espacio a la mayoría de los principales atletas del país. Además, Raúl esta oportunidad es propicia para evaluar el desempeño de las atletas y, en dependencia de cómo estén, hacer los cambios pertinentes en la nómina del equipo nacional.
Además, el profe Trujillo remarcó que este certamen es una parada de control vital de cara a los dos retos más importantes que vendrán este año: el Campeonato Mundial de Belgrado, Serbia, programado para septiembre, y el evento clasificatorio a los Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador, el cual tendrá lugar poco después, en noviembre.
Otro de los aspectos que señaló el entrenador como fortalezas actuales del estilo clásico, fue el excelente trabajo que se ha estado haciendo en las provincias.
“Se nota que los muchachos llegan en buen estado a esta prueba, a pesar de los obstáculos. De ellos, a los que veamos con más posibilidades, trataremos de hacerle el mejor seguimiento que se pueda, invitándolos a entrenar con el equipo nacional, con tal de poder ver su evolución y quizá hasta incluirlos en el futuro”, añadió Trujillo, principal responsable de que su escuadra esté considerada como una de las mejores del planeta.
Por otra parte, el también educador y científico se refirió al cambio de división del monarca olímpico Luis Orta, quien ahora compitió en los 67 kilos, el preparador explicó que se trata de una decisión que busca permite mantenerlo en forma sin forzarlo demasiado. En ese sentido, apuntó que la idea es llevarlo a los 63, peso que a pesar de no ser de los seis que participan en citas multideportivas, les permitirá estar a medio camino entre los 60 y los 67, y en base a eso moverlo más arriba o abajo, en dependencia de las necesidades del plantel.
