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Un nuevo podio se vislumbra

JR asistió a una sesión de entrenamiento del plantel femenino de pelota vasca y supo de proyectos futuros en los que se afana la selección

Autor:

Lianet Escobar Hernández

Un gran reto supondrá para la selección femenina cubana de pelota vasca la celebración de los venideros Juegos Panamericanos de Santiago de Chile 2023. Tras la conquista de tres medallas de plata —de las cinco que alcanzó Cuba en la versión de Lima 2019— las pelotaris de nuestro archipiélago tienen claras sus aspiraciones de querer mejorar dichos resultados.

Sin embargo, para garantizar la presencia de sus representantes en la urbe suramericana entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre próximo, el equipo deberá sortear el obstáculo que para ellas supondrá el evento clasificatorio rumbo a la lid continental.

El importante torneo tendrá lugar del 23 al 27 de abril en Perú. En la pugna que reunirá, además de Cuba, elencos de Argentina, Uruguay, Bolivia, Perú, Venezuela, Costa Rica e incluso existe la posibilidad de que Estados Unidos también compita en pos de tres plazas en paleta y frontenis.

Las dos únicas selecciones con boleto asegurado son México y Chile; las aztecas porque fueron las mejor ubicadas en el último campeonato mundial y las otras por el hecho de ser anfitrionas del certamen multideportivo.

Ambición en cancha de chicas

Con solo dos exponentes cuenta el plantel femenino para enfrentar los desafíos que están por llegar, pero tanto ellas como su entrenador confían en que serán suficientes para lograr el objetivo.

Para la guantanamera Wendy Leidy Durán Arroyo se trata, además, de cumplir con su equipo y su país, de un compromiso que adquirió con ella misma, pues afirma estar decidida a dejar en el olvido un pésimo año 2022 en el que no pudo estar a la altura de lo que esperaba.

«Sé que debo entrenarme más y prepararme mejor, porque el 2022 fue un año muy malo, para mí, en el que no pude explotar todo mi potencial, lo que trajo como consecuencia que no logré acumular ningún buen resultado. También tuve que lidiar con varias lesiones, la más importante fue en el hombro derecho. Afortunadamente ya eso quedó atrás, me he recuperado bastante bien y estamos trabajando en el fortalecimiento del hombro.

«El objetivo primordial ahora no es otro que llegar a los Panamericanos y obtener una medalla, siempre con la aspiración de cambiar por oro la presea de plata que obtuve en Lima 2019», alegó la muchacha que, además de sobreponerse físicamente, tiene ante sí la responsabilidad de acompañar a Daniela Darriba como pareja titular de la modalidad.

«No siento presión, porque ella y yo nos entendemos bien sobre la cancha», certificó Durán Arroyo.

A su lado, el entrenador principal del elenco femenino en el equipo nacional, Alejandro Placer García, nos recuerda que la dupla Darriba-Durán es un cambio que responde a la salida de Yasmari Medina, quien fuera hasta el año pasado titular y líder, por sobrados méritos, del conjunto. Luego de este hecho, colocó a Wendy como delantera en el doble.

«Nosotros vamos a competir para estar entre los primeros lugares de la clasificación, porque no se puede obviar que este es un equipo medallista mundial y debe mantener ese estatus.

«Uno siempre piensa que el objetivo está en ganar la competencia fundamental, pero antes hay que clasificar y nos estamos preparando para ello, amén de rivales difíciles que sabemos encontraremos allí que ya nos han derrotado en otras ocasiones. No obstante, el esfuerzo para obtener el primer lugar siempre se ha hecho. Aquí no se trabaja para otra cosa que no sea ganar un puesto en el podio, cualquiera que sea el evento que nos ocupe», aseveró el preparador.

Efectivas estrategias

El entusiasmo que se vive en los frontones del complejo de canchas Raúl Díaz Argüelles de La Habana, es una muestra de que aún cuando la tarea de prepararse lo mejor posible para enfrentar una competencia se complejiza, el ser capaces de sobreponerse, apelando a estrategias nada nuevas, pero funcionales, se vuelve una virtud.

En el caso particular de las chicas se encuentran entrenando con atletas de la categoría juvenil sub-22 varonil, una opción motivada por el buen nivel del plantel femenino.

Se trata de una medida que lleva años dando resultados, porque la competencia con los hombres le imprime al entrenamiento de las muchachas una dosis extra de adrenalina. Ellas se esfuerzan más, solo con el propósito de ganarles.

Otra de las variantes a la que se acude es a la de entrenar el frontón cubano con pelotas de tenis.

Lo demás son cosas del propio entrenamiento que van, desde la asimilación de las cargas, los conocimientos que ellas ya poseen y la implementación de la actividad técnico-táctica, algo que va surgiendo sobre la marcha, al decir de los especialistas.

«Ahora estamos en la etapa inicial de la preparación, aunque esto no significa que están en cero. Hay que recalcar igualmente que son una pareja nueva con muchas potencialidades, con experiencia competitiva y juventud, pero con personalidades reservadas a las que hay que insistirles en desarrollar el trabajo comunicativo. Esto es un juego de dos y lo primero que se necesita es comunicación, porque cuando una falla, la otra tiene que salir a apoyarla», comentó Placer García.

Otro llamado al auxilio

El futuro de la selección femenina cubana de pelota vasca está en las manos de Wendy y Daniela, aunque otras muchachas integran la nómina del equipo nacional en categorías inferiores.

No obstante, se hace necesario pensar en el relevo, que está, pero su nivel, dista mucho de lo que se precisa hoy en día para aspirar a ser medallista en eventos foráneos en esta disciplina.

«Pienso que en Cuba sí hay atletas en la cantera para garantizar que nuestra pelota vasca continúe a flote, sin embargo, a la altura de estas dos que tenemos ahora en el equipo y otras que han pasado por aquí con anterioridad, no. Hay que trabajar sobre todo en la base, porque los pelotaris que nos están llegando vienen con un déficit técnico importante y lo digo en el sentido de ayudar a resolver el problema», expuso Alejandro Placer.

Otra gran desmotivación para el que aterriza por primera vez en el conjunto nacional, incluso para el que aspira a permanecer en el deporte, son las condiciones de la instalación sede de la disciplina.

La triste situación de la estructura que alguna vez lució majestuosa en toda su extensión, es la causa principal de que hoy no pueda desarrollarse una justa internacional tan necesaria para el deporte, como lo fue en su momento la Copa Capitán San Luis, lid que este año pretende mudarse a Cienfuegos para por lo menos competir en las modalidades que se efectúan en la pared de 30 metros.

«Es lamentable que esta instalación haya llegado a este punto de deterioro cuando se trata de un deporte que tiene resultados. Todos sabemos que las dificultades existen y cuáles son, pero algo habrá que rescatar, porque no hay una sola cancha que reúna las condiciones mínimas para que los medallistas mundiales y panamericanos que tenemos puedan entrenar y prepararse para los eventos futuros. Yo creo que los atletas y los entrenadores han cumplido y lo merecen», manifestó Placer García.

El peso de los años continúa haciendo estragos sobre el Complejo de canchas Raúl Díaz Argüelles. Foto: Roberto Suárez.

 

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