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Cake para Cajigal y Beijing más cerca

Cuba firmó sensacional victoria por 10-5 sobre Venezuela en el Premundial de béisbol sub-23

Autor:

Norland Rosendo

Managua, Nicaragua.— Unas horas después de concluido el juego, aún había algunos con dolor en el pecho. A un out de despedirse del Mundial, Guillermo García puso a Cuba a tres pasos de China y otro palo igual de Venezuela volvió a alejarla.

Para el equipo de la Isla era Beijing o La Habana. El juego se partió en dos con el bambinazo del Guille, como le dicen sus compañeros. Antes, eran más las tensiones, que condujeron a desaciertos en el terreno; después, la euforia contenida chorreaba por el banco. Ni siquiera el jonrón del empate a un out de ganar Cuba contuvo el empuje de los muchachos, empeñados, además, en regalarle el éxito al mentor Eddy Cajigal por su cumpleaños.

Sobre su batazo, Guillermo comentó que había salido a hacer un buen swing. «La conexión no es lo más importante, sino el éxito del equipo», dijo con su tradicional modestia, aunque consideró que ese jonrón es una de las conexiones más importantes en su carrera deportiva.

Y en el extrainning, el picheo de Venezuela no aguantó la presión. Se fueron de control, y entre pelotazos, box y bases por bolas ellos mismos pusieron a los nuestros a ganar. Después Jean Lucas Baldoquín pegó jit remolcador y Darián Palma convirtió en imparable un machucón por el box sobre el que pifió la defensa. Resumen: Cuba anotó seis carreras con la Regla Schiller.

Del resto se encargó el relevista Randy Cueto, el mismo que soportó el cuadrangular en el séptimo capítulo y que en definitiva firmó el triunfo.

No fue un partido muy exacto para los nuestros. En el cuarto inning, por ejemplo, debieron anotar más de dos carreras cuando tuvieron las bases llenas sin outs. Hubo jugadas arriesgadas, más por iniciativa propia que por indicación de los técnicos. Cosas de la juventud y la ansiedad en desafíos así, que con los años irán calmando.

Para el cácher Andrys Pérez, único repitente del Premundial jugado aquí en 2020, «este equipo tiene sinergia, son muchachos jóvenes, con hambre de jugar béisbol. Hay mucho que aprender, pero con ellos podemos asegurar la clasificación al Mundial y buscar una medalla aquí», comentó tras consumarse el sensacional triunfo.

Cuba festejó el éxito como si hubiera sido el último juego del campeonato. Aún en medio de abrazos y elogios, algunos, los más viejos, se tocaban el pecho.

Cajigal era uno de ellos. Vivió un cumpleaños agridulce. Sintió de todo. Estaba más inquieto que de costumbre en el banco. Pegó un salto felino con el jonrón de Guillermito. Parecía un muchacho más, pero fue otro, completamente, con el out que determinó la victoria.

«Estos muchachos me han hecho tremendo regalo. Una victoria que significa mucho para Cuba, y eso es lo más importante. No podía tener la fatalidad de perder la clasificación el día de mi aniversario. No, eso no me lo merecía.

«Siempre confié en la reacción de los jugadores. No podía transmitirles tensión ni inseguridad, porque lo iban a reflejar en el terreno, Sentía que iba a ser una tarde grande». Y lo fue.

Pero todavía el trabajo no está terminado. Los juegos de este miércoles decidirán si hace falta sacar la calculadora para el TQB o se clasifica directo. Dorvis Navarro buscará ese éxito, según ratificó el mentor.

Por lo pronto, China queda más cerca, aunque algunos, y me incluyo, estuviéramos unas horas después tocándonos más que de costumbre el pecho.

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