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CÓRDOBA, Argentina, julio 21.— Miles de personas se reunieron en los históricos predios universitarios de la ciudad de Córdoba para escuchar a los presidentes de Cuba, Fidel Castro, y de Venezuela, Hugo Chávez, en un acto popular realizado al término de la XXX Cumbre del MERCOSUR.
Convocados por las Madres de la Plaza de Mayo y decenas de organizaciones sindicales, sociales, campesinas y organismos de derechos humanos bajo el lema La integración es nuestra bandera antiimperialista, y tras varias horas de espera, 100 000 asistentes vivaron a ambos mandatarios cuando aparecieron sobre el escenario y se acercaron para saludar al pueblo argentino con sus manos en alto, reportó ANSA.
Junto a Fidel y Chávez estaba Hebe de Bonafini, presidenta de Madres de Plaza de Mayo, quien, con su emblemático pañuelo blanco en la cabeza, recordó a los hijos desaparecidos en la dictadura argentina (1976-83).
Fidel, dice NOTIMEX, habló sobre varios temas, entre ellos el de su próximo cumpleaños, lo que provocó que miles de voces lo interrumpieran para cantarle felicitaciones.
En su alocución aplaudió los avances de la integración y advirtió que la incorporación de Venezuela al MERCOSUR no se hubiera producido de haber triunfado el golpe que intentó derrocar a Chávez en abril de 2002.
Sin el actual gobierno venezolano, afirmó, nadie podría estar hablando de un proyecto tan ambicioso como el de la integración energética sudamericana que ya está en marcha.
El Comandante en Jefe consideró además que el poderío bélico de Estados Unidos no le serviría para nada porque «en el futuro las batallas no serán con las armas, serán con las ideas».
Por otra parte, en su discurso, Chávez destacó su alegría y felicidad de ver a «Argentina de pie. Se levantó y está caminando», dijo.
También explicó la ausencia del presidente boliviano: «Evo se fue (de Córdoba) muy apenado», pues debió irse tras la Cumbre por estar en plenos preparativos de la Asamblea Constituyente en su país.
Explicó que la importancia del proceso de integración que recorre Sudamérica consiste en que le da fortaleza y capacidad para frenar cualquier tipo de agresión.
«Hace poco el imperio hizo público un plan de transición para Cuba... Los que deberían estar haciendo un plan son los gringos para la época del post-imperio porque en este siglo se acaba el imperio», vaticinó Chávez.
«Si Cuba fuera agredida tendrían que agredir a Venezuela, igual si Argentina fuera agredida estaríamos de pie con ella, estaremos con Bolivia, con todos», dijo.
