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Washington, marzo 11.— Estados Unidos y Polonia llegaron este martes a un acuerdo por el que Washington ayudará a modernizar las fuerzas armadas polacas a cambio del visto bueno de Varsovia para acoger el escudo antimisiles que la administración Bush quiere desplegar en Europa del Este.
Según EFE, el anuncio lo hizo el presidente norteamericano tras su reunión con el primer ministro polaco, Donald Tusk, en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Las conversaciones sobre el escudo antimisiles, iniciadas hace más de un año por el anterior primer ministro Jaroslaw Kaczynski, estaban trabadas por las exigencias de Varsovia de que EE.UU. colaborara generosamente en la modernización de sus fuerzas armadas, lo que incluiría nuevo armamento y misiles Patriot, a cambio de aceptar el despliegue propuesto por Washington.
Ni Tusk ni Bush quisieron dar detalles de la modernización, con el argumento de que serán los técnicos de ambos lados quienes los acuerden para garantizar que «el pueblo de Polonia se sienta cómodo» con el resultado.
En cualquier caso, el escudo «respetará la soberanía de Polonia», insistió Bush, quien defendió el proyecto como «necesario para hacer frente a la realidad» de posibles ataques desde países enemigos.
Por su parte, Tusk aseguró: «Nuestra intención es cooperar en todos los aspectos de la seguridad global, tanto estadounidense como polaca, y un elemento de esta seguridad es el sistema de defensa antimisiles».
Según el Primer Ministro, «tanto el presidente estadounidense como el pueblo de EE.UU. entienden nuestro punto de vista, y aceptan la posición de Polonia en el principio de cooperación».
El Pentágono pretende instalar diez lanzaderas de misiles interceptores en Polonia y un sistema de radar controlador en la República Checa, con el objetivo expreso de evitar posibles ataques desde los países del llamado «eje del mal» (Irán y la República Popular Democrática de Corea), aunque es demasiado obvio que la verdadera intención es bloquear la capacidad de respuesta de Rusia a un primer golpe nuclear.
Por su parte, Moscú ha advertido que apuntará sus misiles hacia Polonia y la República Checa si el plan se materializa.
