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Miles de peruanos provenientes de las zonas rurales acudieron a la proclamación de la segunda reforma agraria del país en Cusco. Autor: @presidenciaperu/Twitter Publicado: 04/10/2021 | 10:56 pm
LIMA, octubre 4.— Mientras la oposición en el Congreso insiste en el intento de un golpe mediante el decreto de vacancia al presidente Pedro Castillo y los cuestionamientos a dos de sus ministros, el mandatario sigue gobernando con la adopción de medidas importantes como la segunda reforma agraria.
La decisión fue dada a conocer el domingo desde Cusco, y ha concitado el obvio respaldo de las amplias masas rurales con la expectativa de que la legislación sea «para todos los hombres y mujeres del campo, hasta el último rincón de nuestro Perú», como escribió en Twitter la presidenta de la Confederación Nacional Agraria, Rosario Clemente, quien acudió a la nutrida concentración.
«Ahora, a continuar la tarea para impedir el golpe de Estado por los grupos de poder (...) el pueblo tiene que defender a su Gobierno», exhortó el ministro de Trabajo, Íber Maraví, uno de los titulares cuya dimisión pide la derecha, durante su intervención en el acto.
En medio de controvertidas versiones que indistintamente hablan de su respaldo o su decisión de sacar de sus cargos a Íber Maraví y el primer ministro Guido Bellido, Castillo descartó el domingo un viraje de su Gobierno a la derecha o una traición al pueblo, reportó PL.
«No hay centrismo, acá no hay vuelta a la derecha, acá manda el pueblo, acá hay un Gobierno elegido por los agricultores y por eso ratificamos con firmeza que primero está el pueblo», aseguró Castillo.
Arropado por la masiva demostración de apoyo, en una región en la que ganó las elecciones en forma abrumadora, el Presidente también ratificó la promesa de impulsar una nueva Constitución, y puntualizó que su Gobierno es respetuoso de los poderes del Estado.
Castillo recordó la reforma agraria decretada por el presidente Juan Velasco Alvarado en junio de 1969 que, según se afirma, eliminó el latifundio y benefició con tierras a casi 400 000 pobladores rurales.
El mandatario reconoció que aquella reforma fue un cambio estructural después de una larga lucha por la igualdad y la justicia. Pero apuntó que desde entonces los productores agropecuarios han sido «ninguneados».
En consonancia, aunque negó nuevas expropiaciones de tierra como entonces, o confiscaciones, Castillo anunció en lo inmediato la aplicación de medidas arancelarias para proteger el agro de la competencia de productos subsidiados que el país importa.
También se promoverá el respaldo al desarrollo de la agricultura familiar y de las comunidades andinas que aseguran los alimentos para la población.
La nueva reforma, explicó, prevé crear un gabinete de desarrollo agrario y rural que él presidirá, la creación de una planta productora de fertilizantes con los fosfatos que Perú produce y fortalecerá las cooperativas y las comunidades campesinas.
Los productores tendrán mejor acceso a los mercados, con medidas como las compras estatales de los productos de la agricultura familiar, anunció, y se dotará de apoyo técnico y crediticio a los agricultores, se construirán caminos y otras obras de infraestructura para el transporte de la producción.
