China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños despliegan esfuerzos de integración. Autor: Diario Colatino Publicado: 21/09/2017 | 06:23 pm
El deseo de Estados Unidos de desplazar a China de nuestro hemisferio, expresado en amenazas y presiones, recibe otro golpe con la celebración de una cita ministerial entre la nación asiática y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, de cuya importancia da cuenta la presencia en ella de cuatro mandatarios, pese a que es una cita de cancilleres.
Los presidentes Gustavo Petro, de Colombia, país que ostenta la presidencia pro témpore del bloque; Luis Inácio Lula da Silva, Brasil; Gabriel Boric, Chile; y Xi Jinping, jefe de Estado anfitrión, confirman la relevancia del cuarto encuentro de cancilleres, inaugurado en Beijing con una noticia dada por Xi, que exhibe la trascendencia de la región para su país, y el deseo de fortalecer la unidad entre ambas partes como valladar ante la unipolaridad: la apertura de una línea de crédito ascendente a 9 200 millones de dólares destinada a sus naciones.
La decisión fue dada a conocer por el Presidente chino durante la inauguración del encuentro, cuando expresó el respaldo a que los Estados latinoamericanos y caribeños «rechacen interferencias externas», y los exhortó a que «sigan un camino de desarrollo acorde con sus condiciones nacionales»: un consejo sabio de parte de una nación que ha dado un salto de desarrollo tan impresionante como la suya.
El crédito fortalecerá una relación en marcha cuyos resultados son visibles en los 500 000 millones de dólares que reportó el intercambio comercial entre China y la región latinoamericana y caribeña el año pasado, según el propio líder asiático.
Pero la apuesta de China no es solo de carácter comercial, incluso bajo la égida del principio de beneficios compartidos que enarbola, tan distinto de las ambiciones estadounidenses, lo que ha hecho que la región identifique a Beijing como un socio confiable.
Tan importante como ello es que Xi Jinping identificara a ambas partes como «miembros importantes»del sur global», lo que les confiere un carácter de iguales, que, dijo, deben mantenerse unidos ante «las crecientes tensiones geopolíticas, las confrontaciones entre bloques» y las «crecientes tendencias del unilateralismo y el proteccionismo», según narró Telesur.
Salvaguardar el sistema internacional y hablar con una sola voz en los asuntos internacionales y regionales es otro de los propósitos de esa relación ratificada por el mandatario chino, quien consideró el desarrollo como un derecho inherente de las naciones, y la equidad y la justicia como aspiraciones comunes frente a «las turbulencias geopolíticas y la confrontación».
En su discurso, el Presidente del gigante asiático reiteró lo que puede considerarse «la llave» de su estrategia hacia América Latina y el Caribe y el resto del sur global, como lo demuestra la también incrementada presencia china en África: el trabajo conjunto, dijo, para «practicar un verdadero multilateralismo, salvaguardar la equidad y la justicia internacional, y promover la reforma del sistema de gobernanza global para fomentar la multipolaridad».
El abono de la cita a ese empeño también puede apreciarse en la presencia de la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los Brics, Dilma Rousseff, quien usó la palabra para destacar la visión autónoma, inclusiva y basada en el respeto mutuo de las relaciones entre el Gigante asiático y América Latina y el Caribe.
Su intervención sirvió para aquilatar el importantísimo aporte que brinda el grupo Brics a ese empeño. Desde la fundación del Banco, este ha financiado iniciativas clave en educación, lucha contra la pobreza, comercio internacional, cultura, fortalecimiento educativo y transferencia tecnológica, para las naciones pobres, recordó.
Dilma también exaltó el incremento del comercio entre los Brics y China, miembro fundador de ese conglomerado, reflejado en un crecimiento promedio anual del intercambio ascendente al 9,2 por ciento, y puso el dedo en el centro de los peligros que hoy planean sobre el desarrollo global cuando, sin mencionar a Estados Unidos, advirtió acerca de los riesgos del unilateralismo y el proteccionismo expresado en aranceles, embargos tecnológicos, mecanismos financieros restrictivos y el uso dominante del dólar. Ante ello, recordó, es fundamental defender el multilateralismo, el respeto entre naciones y la prosperidad compartida, reportó PL.
Sobre esa cuerda se movió también el discurso del canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, quien en la sesión de apertura destacó la importancia de la cooperación entre China y la Celac, en un escenario «marcado por las pretensiones de Estados Unidos de reconfigurar el sistema internacional» basándose en presiones, amenazas e imposición de aranceles y otras herramientas punitivas.
El Ministro cubano recordó que el Foro China-Celac, creado tras la 2da. Cumbre de la Comunidad Latinoamericana y Caribeña de La Habana, en 2014, ha evolucionado como un espacio efectivo para concertar y profundizar las relaciones entre ambas partes, y ha demostrado su valor estratégico y práctico en el avance hacia objetivos comunes de desarrollo.
Así lo evidencia también este 4to. encuentro ministerial, pródigo en el afianzamiento de estrategias que seguirán conduciendo al mundo hacia la necesaria multipolaridad, y dejarán con otro palmo de narices a Donald Trump y sus extemporáneas ansias de expansión.