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Con precaución e higiene, todo es posible

Muchos estudios realizados por clínicas internacionales demuestran que tener relaciones durante esa etapa es más frecuente de lo que se reconoce, sobre todo en parejas estables

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila

El hablar de sexo ha dejado de ser tabú, a cambio de que el tabú sea el propio sexo.

                                                                                                              Valerie Tasso

Han pasado siglos desde que la menstruación era considerada una maldición, al punto de que algunas tribus encerraban en jaulas alejadas del suelo a las mujeres durante esos días para que no contaminaran las cosechas.

Aunque ahora se entiende mejor en casi todo el planeta la función que tiene la higiene menstrual, a la que incluso se dedica un Día Internacional (el 28 de mayo), aún muchas personas rechazan las prácticas sexuales durante la regla porque lo consideran sucio, pecaminoso o peligroso.

Incluso mucha gente reconoce que no tiene nada en contra de la práctica, pero prefieren esperar esos tres o cuatro días, tal vez una semana, porque consideran que tiene más inconvenientes que ventajas.

Muchos estudios realizados por clínicas internacionales demuestran que tener relaciones durante esa etapa es más frecuente de lo que se reconoce, sobre todo en parejas estables, pero no lo dicen abiertamente por temor a ser mal vistos, a la luz de los prejuicios sobre el tema.

Una explicación natural es que en esos días el nivel de oxitocina (la hormona del deseo y el apego) suele ser más alto, y eso invita al apapucho. Además es un período de certeza infértil, y las parejas se relajan y disfrutan sin miedo a un embarazo no planificado.

Incluso para aquellas mujeres con menstruaciones dolorosas el sexo en esos días tiene sus ventajas, porque al alcanzar el orgasmo se liberan en su organismo una carga importante de endorfinas que alivian cualquier dolor. 

Luz roja, busca alternativas

Siempre que una mujer sea saludable (y sus compañías sexuales también), no hay peligro en mantener intercambios de caricias, sexo digital, anal e incluso oral durante los días de la regla, cuidando de cerrar bien la vagina, mejor con un tapón de algodón (que puede ser casero) o una copa menstrual de silicona, porque son más estéticos y preservan la zona de olores intensos.

La decisión de llegar al coito con penetración vaginal es circunstancial. No solo depende de los gustos de ella o de ambos, sino del estado general de la mujer, pues algunas pasan fatal esos días e incluso los dos o tres previos, y no están de humor para muchas cosas, aunque les conviene.

También influye el momento del ciclo porque el segundo y tercer día suelen ser más abundantes y se corre el riesgo de manchar las sábanas, teniendo en cuenta que a la sangre excretada de modo natural se suma la lubricación (que aumenta en esos días) y eventualmente el semen si no usaron condón, una medida muy recomendable en estos casos.

Ese elemento lleva a una tercera alerta: el lugar en que se encuentra la pareja, pues no es lo mismo hacerlo en tu casa y destinar para ello una tela protectora que puedas lavar con facilidad, que estar en casa de familiares y amistades o en un alojamiento donde dependes de un servicio ajeno, y es más difícil (o penoso) resolver cualquier inconveniente.

En tales circunstancias, algunas parejas prefieren utilizar el baño. De ser así deben tener en cuenta que la higiene del lugar sea adecuada, porque durante la menstruación el cuello del útero o cérvix está más abierto y cualquier bacteria u otro microrganismo puede infectar con facilidad el sistema reproductor de la mujer.

También es importante saber que el útero está más abajo de lo habitual por esos días y toda la zona está más sensible, por lo que algunas posturas de penetración profunda pueden molestar e incluso provocar inflamación pélvica. Se sugiere el misionero o cualquier otra en que permanezcas acostada, para que la gravedad ayude a controlar los fluidos.

En cualquier caso, no olviden retirar el tapón o la copita antes de la penetración, así sea con objetos, para evitar contratiempos a corto y largo plazo.

Otro elemento definitorio es la confianza con la pareja. Si eres de las que lleva bien sus cuentas íntimas, no tiene sentido iniciar una relación con todo justo en esos días, o que organices la luna de miel o unas vacaciones eróticas en esa fecha si está en tus manos escoger otra mejor.

Pero las casualidades no están escritas y se sabe que el estrés puede hacer que el ciclo se altere, así que no es bueno alejarse de casa en ningún momento del ciclo sin estar listas para cualquier contingencia. 

Así sea un viaje en que planeas usar lencería especial, incluye ropa interior cómoda, tapones o almohadillas y condones, porque si decides vivir una aventura sexual a pesar del contratiempo, será más seguro y confortable tener algo que aísle el pene o los juguetes empleados.

Como en todos los asuntos que involucran sexo, la comunicación es importante para que la experiencia sea favorable, te sientas cómoda y no se escape de tu control.

La copa menstrual es un método que se ha vuelto popular, entre otras razones porque permite intercambios eróticos sin fluidos ni olores molestos.Foto: Sofía Machín.

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