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Concertar una cita amorosa a través de internet es ya un fenómeno tan extendido en el mundo occidental que varias instituciones científicas se han dedicado a estudiar el efecto que produce en estas personas (conocidas en inglés como online daters), las mentiras utilizadas por sus potenciales parejas para resaltar atractivos que tal vez no poseen.
Según comenta la revista MIND, de Estados Unidos, muchos de estos sujetos viven tales mentiras como parte del riesgo, por lo que sobrellevan la decepción al conocer físicamente a esas personas y descubrir que tienen algunas libras de más o son varias pulgadas más bajos de lo que anunciaban en sus intercambios por la web.
Esta nueva forma de buscar pareja, que pretende «ir al seguro» antes de aventurarse en un encuentro real, es más practicada por personas que pasan de los treinta años, pero en la edad también mienten u ocultan el dato, en especial las mujeres, fieles a una tradición cultural que estigmatiza ciertas edades y las hace «inconfesables», incluso a través de una computadora.
En general, las investigaciones indican que las mentiras son de poca magnitud cuando se pretende tarde o temprano conocer a la persona con la que se «conversa» mediante el correo, y mencionan entre las áreas de mayor decepción para los hombres el nivel educacional, el ingreso monetario, el peso, la edad y el estado civil, mientras que para las mujeres los disgustos pueden venir por comprobar diferencias en la edad, el peso y la apariencia física en general.
Es por eso que en los sitios destinados a intercambios virtuales se interpreta como mal síntoma el que las personas no envíen sus fotos, y por tanto solo uno de cada cuatro hombres y una de cada seis mujeres en esta misteriosa situación recibe respuesta de supuestos interesados.
También en el área de la personalidad se miente o se omiten detalles importantes, reconocen los expertos: los buscadores de citas por esta vía opinan que confesar atributos negativos crea una mala impresión, así que muchos prefieren ser ambiguos o construir la mejor imagen de sí.
Lo sorprendente es que internautas entrevistados llegan a justificar esta actitud como parte del entrenamiento para una relación a más largo plazo, dice esta revista en su número de febrero-marzo de este año.
