GINEBRA, diciembre 3.— Cuba advirtió ante el Consejo de Derechos Humanos que una guerra civil o una intervención extranjera en Siria pueden imponer graves consecuencias para toda la humanidad y, en particular, para la convulsa región del Medio Oriente, reportó PL.
Al hablar en la décimoctava sesión especial del Consejo, el representante permanente de Cuba en Ginebra, Rodolfo Reyes, afirmó que la Isla sigue con atención la situación de Siria, consciente de que la información es fragmentada, imprecisa y objeto de manipulación.
«A nivel internacional, algunos medios políticos y de prensa están incitando claramente a la violencia, a la agresión militar y a la intervención extranjera», señaló Reyes y agregó que también resultan alarmantes los llamados a desoír las propuestas y medidas del Gobierno sirio.
Cuba comparte la preocupación por las pérdidas de vidas inocentes en cualquier parte del mundo, pero no comparte, sin embargo, que la supuesta protección de vidas humanas se convierta en pretexto para la intervención extranjera y las aventuras bélicas, que solo siembran la destrucción y multiplican las muertes, advirtió.
Denunció el Embajador cubano en Ginebra que no son los derechos humanos la motivación genuina de esta nueva sesión especial del Consejo de Derechos Humanos.
Durante una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la delegación de Ecuador expresó, a nombre de los países del ALBA, la solidaridad con el Gobierno y el pueblo sirios ante la difícil coyuntura que enfrentan.
Recordó que en octubre representantes del ALBA visitaron el país árabe para conocer la situación real y contribuir a una solución pacífica.
La resolución discutida en el Consejo de Derechos Humanos «refleja las intenciones de intervenir en los asuntos internos de Siria sin contribuir al diálogo y la búsqueda de la paz», denunció la representación ecuatoriana en nombre de los países del ALBA.
Por otra parte, la Cancillería de Siria denunció que la resolución aprobada el viernes por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es injusta, abiertamente politizada e instiga a más terrorismo y en nada contribuye a resolver la crisis.
En un virulento ataque, la resolución del Consejo de Derechos Humanos condena a Damasco por violaciones que pueden llegar a ser crímenes contra la humanidad y estableció un nuevo puesto de investigador especial de derechos humanos para vigilar a Siria.
El mencionado documento pasó con el voto de 37 de los 47 miembros de ese órgano; seis países se abstuvieron, en tanto Rusia, China, Cuba y Ecuador votaron en contra.
Moscú lo calificó de inaceptable por su formulación, pues de manera velada entrevé la posibilidad de una intervención militar extranjera bajo el pretexto de defender a la población siria.
Mientras se sabe que quienes elaboraron la resolución se basaron principalmente en informes de un llamado Observatorio Sirio de Derechos Humanos, creado en Londres, cuyos partes fueron investigados por un periodista francés, quien detectó que los nombres de los supuestos muertos, entre los 3 500, fueron tomados de una guía telefónica, y esas personas están vivas.
El Ministerio de Exteriores también comentó que esta es la tercera ocasión, este año, que el Consejo de Derechos Humanos aprueba un documento contra un país en desarrollo, y que constituye una flagrante interferencia en sus asuntos internos.
