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ISLAMABAD, junio 17.— En medio de una gran ofensiva del ejército paquistaní contra los talibanes, la noroccidental provincia de Waziristán del Norte continuó bajo toque de queda para impedir el movimiento de los insurgentes desde o hacia el contiguo Afganistán, reportó PL.
Pero la restricción también tiene entrampados a unos 500 000 pobladores de las regiones tribales deseosos de escapar a zonas donde no se libren combates, indicó la televisora privada Geo News. Se considera que casi la mitad de la población de Waziristán del Norte ha emigrado a lugares más seguros.
Autoridades paquistaníes informaron que el toque de queda aún se mantendrá por varios días, con lo que todos los puntos de entrada y salida de la provincia permanecerán cerrados y continuará prohibida la circulación de personas por la noche.
Medios de prensa locales aseguraron que los soldados, la policía y los paramilitares tienen órdenes de disparar contra todo lo que se mueva en horario nocturno sin hacer más averiguaciones o siquiera dar el alto.
«La operación militar en Waziristán del Norte está progresando según el plan. Ninguna acción se ha iniciado hasta ahora en zonas pobladas por civiles», comunicó ayer el ejército, que aseguró pasan de 220 las bajas de los talibanes.
Por su parte, el primer ministro de Paquistán, Nawaz Sharif, aseveró ante la Asamblea Nacional que la ofensiva militar en el noroeste estaba justificada porque los talibanes despreciaron el diálogo con el Gobierno.
«La operación continuará hasta que el terrorismo sea eliminado por completo del país», refirió Sharif, según el cual todas las decisiones importantes sobre ese tema serían discutidas con los líderes civiles y militares.
La ofensiva es la respuesta del Gobierno de Islamabad a varias cruentas acciones del Tehrik-e-Taliban Pakistan, que desconocieron los incipientes contactos de paz entre los bandos, minados de antemano por la desconfianza mutua.
