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Cristina Fernández: No tenerle miedo a la historia ni a las ideologías

Cuba está aquí porque ha resistido durante 60 años con una dignidad sin precedentes, destacó la mandataria argentina en la VII Cumbre de las Américas, donde exigió la derogación del decreto de Barack Obama contra Venezuela

Autor:

Juventud Rebelde

En sus primeras palabras de intervención durante la VII Cumbre de las Américas, como parte del encuentro de los presidentes del hemisferio, la titular de Argentina, Cristina Fernández, expresó que no resultaba fácil hablar después de la intervención del mandatario cubano Raúl Castro, quien justamente le había antecedido en un turno que arrancó aplausos en más de una ocasión.

Seguidamente propuso incluir un tema como el de la sinceridad, porque sin ella, dijo, podrán abordarse los problemas pero difícilmente se alcanzará tocar la raíz de esos males.

Siendo más específica hizo alusión a Colombia y a un tema «global y que nos preocupa a todos», pero que además exige ocuparse: señalar las causas, las consecuencias, y cómo combatir flagelos el narcotráfico, «porque la droga y el narcotráfico pueden convertir a estados de esa región en estados fallidos».

Si realmente, afirmó Cristina, no se aborda el asunto de la droga desde la perspectiva de los países consumidores, y desde el análisis acerca de dónde proviene el financiamiento del narcotráfico, no se podrá ir a la raíz del problema.

La mandataria planteó más de una pregunta clave: ¿Quién financia? ¿Dónde se lava el dinero? ¿Dónde se produce y dónde se consume la droga? Si no se aborda el problema con sinceridad, alertó Cristina, no habrá solución. Hay que investigar el financiamiento del narcotráfico del mismo modo, con el mismo ahínco, dijo Cristina, con que se sigue el financiamiento al terrorismo internacional.

Los países desarrollados producen las armas y se quedan con la droga y con el dinero de ese terrible negocio, mientras los países emergentes se quedan con las armas y con los muertos.

Sobre el proceso de paz en Colombia, la mandataria argentina felicitó al presidente de ese país, Juan Manuel Santos, por la «terquedad» con que encara ese proceso en un país fracturado, con miles de víctimas, de muertos, de desplazados hacia la nación vecina. Nos interesa, afirmó Fernández, que Colombia vuelva a ser una sola, un solo territorio.

En otro momento de su alocución Cristina pidió no confundirse: Obama había expresado en su intervención, turnos antes, que la historia no es importante. «A mí me encanta, dijo ella, porque me ayuda a comprender lo que pasa».

Sobre la presencia de Cuba en la VII Cumbre, la titular comentó que no estamos presenciando el encuentro de dos presidente que decidieron darse la mano: «Cuba está aquí porque ha resistido durante 60 años con una dignidad sin precedentes, con un pueblo que sufrió y sufre aún muchísimas penurias, y porque ese pueblo fue conducido y dirigido por líderes que no traicionaron su lucha sino que fueron parte de ella».

Estábamos muy contentos, añadió, de venir a esta Cumbre, de presenciar este hecho histórico del triunfo de la Revolución cubana, «y en eso estábamos cuando de repente surge un decreto que declara a Venezuela como una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos».

Cristina contó que en un principio pensó se trataba de un error cuando lo leyó en las noticias, pero corroboró el absurdo cuando le trajeron «la orden», algo que le resulta ridículo porque ningún país de nuestro continente puede resultar una amenaza para la mayor potencia militar, económica, financiera y científica del mundo.

Ella le había preguntado al presidente venezolano Nicolás Maduro de cuánto era el presupuesto que destina la gran nación para su defensa, y la cifra es muy pequeña en relación con la que destina la potencia del norte.

Realmente es una pena, se refirió a Obama, quien en ese momento no se encontraba en el recinto. «Sabemos, dijo, de sectores reaccionarios que lo acorralan, pero si realmente querían enfrentar a Venezuela debían haber encontrado otras formas».

«Es necesario que luego, cuando hablemos a solas los mandatarios, lo hagamos con absoluta sinceridad», enfatizó Cristina.

Finalmente pidió no tenerle miedo a la historia, a las ideologías, «al contrario, miren lo que ha pasado después de que decretaron el fin de las ideologías: aparecieron los fundamentalistas que son el principal problema que tiene hoy el mundo, porque cuando alguien te dice que mata en nombre de Dios es mucho más complejo el combate».

Aprendamos de la historia, destacó, defendamos nuestras ideas, estamos ante un mundo diferente, con nuevos desafíos, que necesita nuevos marcos teóricos para entenderlo.

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