Las protestas en las afueras de la Embajada saudita en Teherán por la muerte del clérigo, no han cesado. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 06:24 pm
RIAD, enero 4.— Una compleja situación se desató este lunes cuando Arabia Saudita cortó sus relaciones diplomáticas con Irán debido al asalto, ocurrido el sábado en la noche, a la Embajada y el consulado sauditas en territorio iraní por personas indignadas ante la ejecución del clérigo chiíta Nimr Baqr Al-Nimr en la capital del Reino árabe, anunció PL.
El canciller saudita Adel Al-Jubeir anunció la decisión y dio 48 horas de plazo a todo el personal de la Embajada, el consulado y otras oficinas del país persa para abandonar el Estado monárquico, a la vez que responsabilizó a las autoridades iraníes de incumplir su compromiso de brindar protección a las instalaciones y personal diplomáticos.
Aunque reconoció que no hubo víctimas y nadie sufrió daños durante los incidentes, puntualizó que «el mundo árabe es consciente del peligro de la interferencia iraní en los asuntos de la región».
Al-Jubeir agradeció el respaldo del Consejo de Cooperación del Golfo y de la Liga Árabe, pero subrayó que Riad tomó la decisión de romper lazos con Teherán de forma unilateral, y sin coordinarla con sus socios del mencionado bloque. No obstante, Bahrein y Sudán también cortaron nexos y Emiratos Árabes Unidos los redujo significativamente, agregó PL.
El Canciller afirmó que su país estudia demandas contra la nación persa ante la ONU y «todas las opciones disponibles, tanto a instancia de la Liga Árabe como de la Organización de la Cooperación Islámica», a la que también pertenece Irán. «No escatimaremos esfuerzos para garantizar nuestros derechos y los pasos futuros del Reino para proteger sus intereses», concluyó.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Jaber Ansari, en respuesta a estas declaraciones, acusó a Arabia Saudita de atizar tensiones en Medio Oriente y consideró apresurada la decisión de terminar los vínculos bilaterales.
Señaló que Riad mira por sus intereses y por su existencia al impulsar crisis y confrontaciones, e intentar resolver sus problemas internos exportándolos.
Ansari insistió que Irán siempre protegió las misiones diplomáticas y combatió las transgresiones en ese sentido, además se arrestaron a 44 personas implicadas en los actos vandálicos, mientras el presidente Hassan Rouhani repudió esos hechos «totalmente injustificables».
En tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dialogó por teléfono con los cancilleres de Arabia Saudita, Adel Al-Jubeir, y de Irán, Mohammad Zarif, en un intento de reducir las tensiones entre ambos países. Según una nota de prensa referenciada por PL, el diplomático reiteró su rechazo tanto a la ejecución de Al-Nimr en Arabia Saudita como a los ataques a la Embajada y el consulado en Irán.
Asimismo, les pidió «evitar cualquier acción que exacerbe la situación» y abordar las diferencias de una manera constructiva, «en interés de la región y más allá».
También China y Reino Unido expresaron su preocupación por la disputa entre los dos Estados y llamaron a mantener la calma y actuar con moderación.
El clérigo chiíta Sheikh al-Nimr fue ejecutado, junto a otras 46 personas, bajo cargos de «terrorismo» en el Reino wahabita, lo cual suscitó el asalto violento a las instalaciones diplomáticas, resaltó EFE.
Al-Nimr fue condenado a muerte por desobedecer a las autoridades y supuestamente instigar a la violencia sectaria, tras apoyar las protestas contra las autoridades sauditas en Al Qatif, ubicado al este del país y de mayoría chiíta.