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BOGOTÁ, mayo 10.— Con la ciudad de Cali militarmente reforzada después de una criticada visita relámpago en horas de la madrugada del presidente Iván Duque, este se reunió finalmente este lunes con representantes del Comité Nacional del Paro, que terminó sin acuerdo.
La cita formó parte de la serie de encuentros programados por el mandatario ante las movilizaciones que ya duran 13 días, y que pasaron de la exigencia de derogación del proyecto de reforma laboral ya echado atrás por Duque, a demandas de largo aliento que han sido encabezadas después por el que sigue siendo reclamo inmediato principal: desmilitarización de las calles y cese de la violencia. El Gobierno, por su parte, insiste en el desbloqueo de caminos.
Autoridades dijeron que el de este lunes era un encuentro exploratorio y reconocieron que a «una negociación no se llega sin diálogo, entonces vamos por partes», según reconoció en declaraciones al diario El Tiempo, el comisionado de paz, Miguel Ceballos, quien los coordina desde el ejecutivo.
Pero al término del encuentro, dirigentes de las organizaciones sociales que integran el Comité dijeron que la cita fue un más de lo mismo en relación con las protestas de noviembre de 2019, tras lo cual no se han resuelto los problemas estructurales del país planteados por ellos.
«El Gobierno no ha cedido un centímetro de lo que hace un año pedimos (…) Las masacres continúan», dijo otro líder social, quien aseveró que la gente seguirá en las calles si no hay un proceso en tono al pliego de demandas por ellos presentada.
La convocatoria de los movilizados fue a nueva jornada de paro este miércoles.
El cara a cara entre el Presidente y los representantes de las organizaciones sociales y populares tuvo lugar mientras en diversas localidades, y especialmente en Cali, se mantenían protestas pacíficas luego de una noche muy violenta en esa ciudad contra la minga indígena, por enfrentamientos que dejaron una decena de heridos.
Juliette de Rivero, representante en Colombia de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, rechazó los ataques que sufrieron los indígenas y expresó su preocupación.
Después de ordenar «el mayor despliegue» de fuerza pública en la ciudad, Duque acudió a Cali en la madrugada cuando no vio ni escuchó a los movilizados, sino a las autoridades locales, remarcaron observadores. Además se reunió con miembros del Ejército, el ministro de Defensa, Diego Molano, y el ministro del Interior, Daniel Palacios, en busca de «fortalecer el orden público y avanzar en el diálogo social», según publicó en la red social Twitter.
Según declaró el titular de la Defensa, se han desplegado en Cali diez mil policías y 2 100 soldados para «garantizar la seguridad».
En ese contexto, el Presidente encabezó allí un Consejo de Seguridad tras el cual aseguró que se estaban tomando medidas para recuperar la tranquilidad en el departamento y en todas las ciudades del país, dijo el diario El Tiempo.
Aunque se ha hablado oficialmente de una veintena o de 31 muertos, de los reportes de organizaciones no gubernamentales emitidos este lunes, se colegía que los muertos por la represión rondarían ya la cincuentena, pues se hablaba de 40 solo en Cali.
De los encuentros sostenidos ya por Duque con gobernadores y alcaldes, líderes de diferentes congregaciones religiosas y representantes del sector médico, entre otros sectores, emergió la medida de adelantar, paralelamente con las conversaciones a nivel de país, encuentros regionales que serán encabezados por los gobernadores con el respaldo del ejecutivo.
