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Nancy Pelosi transgrede el principio de una sola China

Con su visita a Taipéi, la titular de la Cámara de Representantes de EE. UU. desconoció el consenso sobre el estatus de Taiwán. Insensata, peligrosa e innecesaria,  dice la Cancillería china acerca de su presencia

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Juventud Rebelde

TAIPÉI, agosto 2.— Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos desoyó las advertencias de Beijing que, reiteradamente insistió en que no visitara Taiwán, isla reconocida como parte del territorio chino, y aterrizó este martes en el aeropuerto internacional de Taipéi.

 Pelosi, la tercera en la línea sucesoria de la presidencia estadounidense, se convirtió en la primera alta funcionaria de ese país que visita Taiwán en los últimos 25 años. El carácter provocador de su presencia quedó explícito en el mensaje que la líder demócrata publicó a su llegada.

 En su cuenta en Twitter, Pelosi dijo que la visita del grupo de parlamentarios, encabezados por ella, es una expresión de apoyo de Estados Unidos a Taiwán, territorio que calificó como «un importante socio en el Indo-Pacífico».

 De este modo, la jefa de la Cámara baja vulneró el principio de que ambos lados del estrecho de Taiwán pertenecen a una sola China. Una política que, a decir del canciller Wang Yi, constituye un «consenso de la comunidad internacional», así como la base de los intercambios de la segunda economía del mundo con el resto de los países.

 Una declaración de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) expresa que la visita de Nancy Pelosi viola gravemente la soberanía e integridad territorial de China y rompe los compromisos alcanzados entre Beijing y Washington sobre este asunto.

 «Solo hay una China en el mundo y Taiwán es una parte de China. La cuestión de Taiwán es una cuestión de asuntos internos de China y no permite ninguna injerencia externa», refiere el comunicado del PCCh, que recoge también todas las acciones de la Casa Blanca y el Capitolio para incentivar la inestabilidad en el país.

 Qin Gang, embajador de China en Washington, afirmó, durante una entrevista con CNN, que la soberanía de su nación no puede infringirse y que la reunificación de China no se detendrá. «Nuestra respuesta será muy firme, fuerte y contundente», aseguró.

 La Cancillería china declaró que muchas personas, incluidos los principales medios de comunicación y grupos de expertos estadounidenses, así como ex dignatarios políticos de los aliados de Estados Unidos, han comentado públicamente que la visita de Pelosi a Taiwán bajo cualquier pretexto es insensata, peligrosa e innecesaria.

 A los llamados de atención sobre el hecho se sumó Rusia. «Consideramos la visita como una clara provocación en el espíritu de la línea agresiva de EE. UU. de contención integral de la República Popular China», indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores, que también llamó a reconocer que ya no hay lugar para la hegemonía estadounidense.

 Incluso, la administración Biden de algún modo se distanció un poco de la postura de Pelosi. «Estados Unidos se opone a cualquier cambio unilateral del status quo en el asunto de Taiwán, y no apoya la independencia de la isla», dijo en rueda de prensa John Kirby, coordinador de Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, tras la gran repercusión internacional del hecho, aunque no condenó el viaje de Pelosi.

 Entre otras reacciones, la tensión suscitada por la visita provocó que las acciones de los principales fabricantes de semiconductores cayeran. Según RT, los títulos de la empresa taiwanesa TSMC, principal fabricante de chips a nivel mundial, disminuyeron en la bolsa local.

 Durante un reciente diálogo telefónico, el presidente chino Xi Jinping le había recordado a su homólogo estadounidense, Joe Biden, que «el principio de una sola China es la base política de las relaciones bilaterales con EE. UU.», tal como sucede con el resto del mundo.

 En una declaración, recogida por la agencia Xinhua, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, afirmó que algunos políticos en Estados Unidos desafían constantemente la soberanía de su país sobre Taiwán, «un acto que expone la responsabilidad de Washington como destructor de la paz en la actualidad».

 La visita de Pelosi «envía una señal muy equivocada a las fuerzas que buscan la independencia de Taiwán», dijo la Cancillería del gigante asiático, que aseguró que este hecho tendrá consecuencias porque Washington es consciente de que, como le expresó hace unos días Xi Jinping a Biden, «aquellos que juegan con fuego acabarán quemándose».

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