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Cuando Fidel viajó a la tierra de los anamitas

Juventud Rebelde recuerda el aniversario 50 de la visita del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, a los territorios liberados de Vietnam, convirtiéndose en el primer mandatario en hacerlo

Autor:

Juana Carrasco Martín

El espacio es reliquia de la nación vietnamita, conquistada con valor y heroísmo. Se trata de la Colina 241, en la cordillera Truong Son, donde se alza un monumento que recuerda la presencia allí del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Entonces era septiembre de 1973, cuando las bombas dejadas caer por la aviación, el estampido de los cañones de 105, 155 y 175 milímetros y las detonaciones de las minas estremecían todavía cielo y tierra en ese sur del Paralelo 17, que había estado ocupado por las tropas del imperialismo yanqui y continuaba hollado por el enorme ejército represor de un gobierno títere.

Reportajes de la época afirman que la Colina era una zona impresionante con tantos cráteres como la Luna, abiertos por los proyectiles, y entre los restos de metralla y artefactos bélicos todavía quedaban —como letales emboscadas a la vida— municiones y minas sin estallar. Sin embargo, él lo había dicho desde antes, que estaba listo para ir allí, «al riesgo que sea», tan pronto los vietnamitas lo invitaran.

Los refugios que se abrían protectores para un pueblo de talla física pequeña, aunque con dimensiones de gigante, podrían ser casi inútiles para el hermano de inmensas alturas, en su figura humana y revolucionaria.

Había preocupaciones y cuidados por parte de los anfitriones, pero logró esa fiesta de Revolución. Por primera vez un jefe de Estado en aquel escenario de la guerra.

Totalmente confiado, sobre la propia Colina 241 —en un acto de masas con los combatientes y el pueblo de la provincia de Quang Tri, aseguró…

«… Y la victoria definitiva, la completa liberación de Vietnam del Sur y la unificación pacífica de la patria, será sencillamente cuestión de tiempo».

y previó una vez más el porvenir:

«El futuro de Vietnam es tan brillante como ese sol que nos saludaba en la mañana de hoy. Y se cumplirá aquello que decía Ho Chi Minh: vencido el yanqui agresor, construiremos un Vietnam diez veces más hermoso¨».

La ansiada visita a Vietnam —iniciada el miércoles 12 cuando el avión que lo llevó desde India aterrizó a las 7:50 en un Hanoi que parecía inundado por un río Rojo crecido con las lluvias ciclónicas, pero también realmente desbordado por una enorme masa entusiasta que le prodiga emotivo e impresionante recibimiento—, concluyó el 17 de septiembre de 1973, reducida en tiempo por los sangrientos y graves acontecimientos en Chile: el golpe de Estado contra Salvador Allende.

De aquel lunes 17 puede leerse esta nota en el diario del Doctor José M. Miyar Barruecos —Chomy—, quien fuera ayudante personal de Fidel:

Nos alejamos de esta hermosa, heroica e inolvidable tierra. Las emociones que hemos vivido estos días, el afecto del pueblo, no lo olvidaremos jamás. Ese sentimiento de solidaridad militante de identificación total se expresó siempre en la acogida y afecto, en la devoción y respeto expresado a nuestro Comandante.

Cinco discursos pronunció Fidel en aquel viaje inolvidable e histórico a Vietnam. Visita en este enlace uno que sintetiza en buena parte las impresiones del Comandante en Jefe.

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