Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Caminar juntos

Autor:

Yasel Toledo Garnache

Algunos jóvenes solemos emocionarnos cuando escuchamos anécdotas de etapas anteriores. A veces, hasta manifestamos el deseo de haber estado en momentos tan peculiares, pero en verdad lo más importante es ser protagonistas ahora mismo.

Resulta casi imposible tener plena conciencia en el presente de la trascendencia de algún hecho u obra reciente, porque es precisamente la perdurabilidad en el imaginario popular, el sobrevivir a los años y tener efectos en el futuro lo que confiere ese manto de lo notable a las personas y los acontecimientos.

Las nuevas generaciones de hoy no debemos dudar de lo significativo de este tiempo, ni de su influencia —todavía en construcción— en el porvenir, por eso es tan esencial la mezcla de alegría y responsabilidad, diversión y superación en todos los aspectos.

Estos años también serán objeto de análisis y tendrán incidencias notables en períodos posteriores, una idea que expresamos hace poco y a la cual volvemos, porque nos parece vital para asumir con fuerza y conciencia el papel que nos corresponde hoy.

Somos la actualidad, y nuestra es también la solución, un pensamiento que nos viene de toda la tradición de nuestro pueblo, en la cual las nuevas generaciones siempre hemos sido protagonistas, con ímpetu e inteligencia. Así lo debemos continuar demostrando con palabras, pero especialmente con acciones, junto a las personas de más experiencia.

La inclusión seguirá siendo vital, como también la crítica sincera y constructiva, esa que propone pensar sobre todo en los colectivos y el proyecto de nación. 

Entusiasma la confianza que siempre ha tenido en nosotros la dirección del país, pero ojalá en todos los niveles, en cada empresa, centro laboral u otros lugares, se comprendiera y se actuara de manera consecuente con eso. Tampoco se trata de oportunidades regaladas, sino de la posibilidad de participar siempre, lo cual implica ser y sentirnos útiles. Resulta lamentable que, a veces, las decisiones de unos pocos laceren las mareas espirituales de otros, por incomprensiones o interpretaciones desacertadas.

Cuba tiene también una cultura de resistencia y triunfo, en la cual la unidad y la solidaridad, a pesar de las diferencias, son pilares para vencer los obstáculos más difíciles.

Los jóvenes tampoco debemos confundirnos. Lo fundamental es aportar en todo momento, desde el campo o las industrias, la oficina o el centro escolar, sin perder la humildad ni jamás aspirar a los aplausos excesivos. Lo material y los avances son importantes, pero quienes se expresan o actúan en busca de algo más en lo personal, o se elevan de forma imaginaria, cual globos inflados por egos personales, se hacen daño a ellos mismos y a los demás.

Esta Cuba tiene que ser siempre de nosotros, los hijos de ayer, hoy y mañana, pero con la capacidad de readaptarse sin jamás traicionar los principios. Y para eso la labor de todos, como gran equipo, es fundamental. No se trata de relevos, sino de caminar juntos, aprovechando al máximo las potencialidades de cada uno.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.