Una y otra vez intentan los «descorazonanos» de siempre inyectar su pólvora encendida en las redes. Ellos, los desprovistos de razón, apuntan de forma provocativa al centro del debate. El punto de foco por estas jornadas han sido los estudiantes universitarios y su intención legítima de recurrir al diálogo con la institucionalidad del país.
Ellos, los encargados de tergiversar lo verdaderamente revolucionario, han buscado propinar a toda costa el tiro de gracia mediante la mentira que colocan en cada escenario virtual. Ahora el motivo que los lanza a destilar su veneno en las redes son las nuevas medidas comerciales anunciadas por Etecsa, pero, realmente, cualquier motivo es suficiente para que el oportunismo ponga su mirilla y jale del gatillo.
Es cierto que los universitarios piden explicaciones sobre los recientes anuncios y, en varios casos, expusieron sus preocupaciones con total franqueza. Pero también es verdad que todas esas ideas y propuestas de los jóvenes han encontrado el oído receptivo del Partido, el Gobierno, los ministerios formadores y Etecsa.
No solo lo digo yo: lo confirmó durante su intervención este lunes en la Mesa Redonda Ricardo Rodríguez González, quien como presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), ha estado involucrado en múltiples espacios de diálogo al más alto nivel para abordar las inquietudes de los estudiantes, lo cual demuestra un esfuerzo conjunto por atender nuestras dudas.
Mientras esto sucedía con absoluta transparencia, ¿qué han pretendido los doctorandos en mentir? Pues recurrir a los métodos de siempre que, no por cansinos, dejan de representar un peligro real. Apostar a la instigación y tergiversación parece la única salida posible para quienes encuentran en el odio y la división su arma estratégica. Debemos tener claridad meridiana frente a todo aquello que consumimos y compartimos en las redes.
Hace apenas unas horas circularon en grupos de redes sociales unos mensajes sobre acciones ficticias y convocatorias de universitarios que no poseen sustento alguno. Ellos, los despavoridos de la verdad, lanzaron otra bala cargada de fake news para intentar ensombrecer las ideas, propuestas e intercambios entre la FEU y las instituciones vinculadas a las nuevas medidas de Etecsa.
Por eso hay que cuestionarse a cada hora la veracidad de lo que nos huela a «pólvora encendida», a ese veneno instigador que promocionan quienes no dan la cara tras un perfil falso en las redes.
En Cuba podremos tener nuestras reticencias o incomodidades. Eso es legítimo. Formamos parte, además, de un Estado Socialista de Derecho que garantiza ese principio de reclamación, no solo como concepto constitucional, si no por ideología y práctica. La Revolución ha demostrado que las inconformidades encuentran oídos receptivos y espacios para el diálogo.
No podemos olvidar, ni por un instante, quiénes sí mantienen el francotirador en alerta y dispuesto a presionar el gatillo cuando haga falta. Por eso debemos tener la guardia arriba y en plena capacidad de riposta, para darle siempre, como buenos boxeadores, un KO a la falsedad y la mentira.
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